Con esta medida los bancos suizos se convertirían en meros almacenes de dinero, pero tendría la consecuencia positiva de acabar con el ‘pánico bancario’, ya que los bancos podrían devolver a todos sus clientes el total del dinero que tengan ingresado en la entidad al mantener un coeficiente de reservas del 100%. Tras conseguir las […]
Dirigentes Digital
| 04 ene 2016
Con esta medida los bancos suizos se convertirían en meros almacenes de dinero, pero tendría la consecuencia positiva de acabar con el ‘pánico bancario’, ya que los bancos podrían devolver a todos sus clientes el total del dinero que tengan ingresado en la entidad al mantener un coeficiente de reservas del 100%.
Tras conseguir las 110.000 firmas necesarias para un referéndum, la convocatoria del mismo deberá celebrarse en los próximos 18 meses, aunque todavía no hay fecha. Si cuando se conozca la resolución gana el sí, esta medida, que se asemeja a lo que proponen los defensores del patrón oro, cambiaría por completo el sistema económico y monetario en Suiza.
El referéndum podría cambiar por completo los fundamentos en los que se basa el sistema bancario. En estos momentos un banco que tiene 10 clientes y que cada uno ingresa 100 euros no acumula en sus reservas los 1.000 euros que le han ingresado. Lo que hace es guardar el 10%, este caso 100 euros de los 1.000, y destina el 90% a diferentes préstamos e inversiones para ganar dinero con él.
Vemos por tanto que con 1.000 euros el banco invierte 900 con los que busca beneficios y solo guarda 100 para que estén a disposición inmediata de los clientes. La Iniciativa Vollgeld, acabaría con esto, ya que obligaría a los bancos a acumular la totalidad de lo que ingresen en ellos, pero provocaría que estos perdieran su capacidad para crear masa monetaria. Al no poder prestar dinero el sistema financiero ya no podría inflar la masa monetaria a través del crédito.
Los defensores de la Iniciativa Vollgeld creen que las burbujas que generan las crisis están causadas por este poder de los bancos. Pero los detractores del modelo se basan su defensa del actual modelo en que el crédito es fundamental para el funcionamiento de la economía real. Además opina que cortar las fuentes de financiación acarrearía un estancamiento con perspectivas duraderas.
Pero la discusión no acaba aquí. Para aquellos que defienden el modelo propuesto en el referéndum, nace el dilema de quién heredaría el poder de los bancos de amentar la masa monetaria mediante el crédito. Unos otorgarían tal privilegio al Banco Central, mientras que a los otros les aterroriza la idea de que un ente público ostente dicha responsabilidad.
La resolución seguramente tarde en saberse, ya que el referéndum no tiene fecha y los 18 meses de margen parecen mucho tiempo. Sin embargo, cuando la consulta se celebra sabremos si en Suiza el modelo bancario imperante cambia por completo y pasan a ser meros almacenes o se mantiene tal y como lo conocemos.