En el contexto actual de miedo ante las tensiones geopolíticas entre Corea del Norte y Estados Unidos unido a a la incertidumbre sobre que medidas adoptarán los bancos centrales sobre política monetaria. Desde Fidelity consideran que los mercados siguen intentando conciliar unas buenas cifras de crecimiento, unos datos de inflación decepcionantes y unos riesgos geopolíticos […]
Dirigentes Digital
| 08 sep 2017
En el contexto actual de miedo ante las tensiones geopolíticas entre Corea del Norte y Estados Unidos unido a a la incertidumbre sobre que medidas adoptarán los bancos centrales sobre política monetaria. Desde Fidelity consideran que los mercados siguen intentando conciliar unas buenas cifras de crecimiento, unos datos de inflación decepcionantes y unos riesgos geopolíticos que podrían agravarse en cualquier momento. Andrea Iannelli, Director de inversiones del área de renta fija de Fidelity, realiza el siguiente análisis sobre los bonos del Tesoro de EE.UU. que se presentan como un refugio para los inversores frente a un complicado panorama geopolítico: Los bonos del Tesoro de EE.UU. siguen siendo nuestro mercado preferido para expresar nuestra visión positiva sobre la duración. El dato del IPC estadounidense de agosto volvió a ser malo, aunque es improbable que desbarate el plan de la Fed de comenzar a adelgazar su balance. A más corto plazo, el techo de la deuda y el cierre de la administración pública serán puntos de atención para el mercado y únicamente se resolverán en el último minuto, lo que presionará los rendimientos hasta que se alcance un acuerdo. Entretanto, la confrontación actual con Corea del Norte podría generar picos de intolerancia al riesgo. En este entorno, los inversores encontrarán un bienvenido refugio en los bonos del Tesoro de EE.UU. Existen tres grandes riesgos para nuestra visión positiva sobre la duración estadounidense: la política presupuestaria, la Fed y el proteccionismo. Los mercados han descartado prácticamente que se produzca una reforma fiscal este año e incluso una versión descafeinada del plan original, de aprobarse en diciembre, sería una sorpresa. Con las elecciones legislativas recortándose en el horizonte y la popularidad del partido en horas bajas, los republicanos tendrán poderosos motivos para alcanzar un acuerdo. En segundo lugar, sigue existiendo el riesgo de que la Fed endurezca las condiciones monetarias más de lo previsto. No es nuestra hipótesis de partida, pero dado que solo se descuentan 30 puntos básicos de subidas de tipos entre hoy y finales de 2018, este escenario podría presionar al alza los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE.UU. Por último, las políticas proteccionistas, en caso de aprobarse, podrían tirar al alza de la inflación y los rendimientos.