El tercer trimestre ya está aquí. Y el contexto está claro: Después de 10 años experimentando con la política monetaria, la retirada de crédito de los mercados globales se está convirtiendo en una realidad. Dirigidos por las subidas de tipos de interés de la Reserva Federal de EE.UU., los bancos centrales de todo el mundo […]
Dirigentes Digital
| 18 jul 2017
El tercer trimestre ya está aquí. Y el contexto está claro: Después de 10 años experimentando con la política monetaria, la retirada de crédito de los mercados globales se está convirtiendo en una realidad. Dirigidos por las subidas de tipos de interés de la Reserva Federal de EE.UU., los bancos centrales de todo el mundo están explorando salidas a sus programas de flexibilización cuantitativa (Banco de Japón) o comenzando a hablar de reducción (Banco Central Europeo). Como la expansión del crédito ha sido la premisa básica de la política monetaria y económica desde 2008, una combinación del endurecimiento de esta política, junto con la disminución del denominado “impulso crediticio” en EE.UU. y China y la ausencia de nuevas reformas o estímulos fiscales, nos llevan a pensar en la posibilidad real de una importante desaceleración a finales de este año. Steen Jakobsen, economista jefe y CIO de Saxo Bank, dice: “Si bien situamos las probabilidades de una recesión económica mundial en el 60%, vale la pena señalar que desde la década de 1920 el costo de la recesión para los inversores ha sido del 33% de promedio. Con el crédito como único ingrediente utilizado para estimular la economía global en los últimos 10 años, los inversores deben prestar atención a cualquier cambio en el precio del dinero (creciente), el impulso de crédito (decreciente) y el precio de la energía (decreciente) para entender la dirección de la economía global. Europa: ¿cuánto tiempo podrá resistir la desaceleración del crédito global? El menor riesgo político y el buen desempeño económico han favorecido un aumento de las entradas de capital en la zona euro. El retorno de los inversores a los activos europeos también se explica por el temor a una corrección en el mercado estadounidense. Sin embargo, un renacimiento del capex todavía no es una realidad, puesto que las compañías están esperando más pistas sobre la dirección de la economía global. Es probable que el BCE tenga dificultades para anunciar el tapering en septiembre, una prueba más de que la actividad económica de la zona euro sigue siendo frágil. Para los inversores, la verdadera cuestión es cuánto tiempo la zona euro será capaz de resistir la desaceleración del impulso global del crédito y si podrá convertir el optimismo actual en aumento de beneficios para evitar que el final del ciclo económico de los EE.UU. acorte la recuperación.” Renta variable: preferimos Europa y Japón Si la previsión de desaceleración para el tercer trimestre es correcta, entonces salud, bienes de consumo y servicios públicos probablemente serán los sectores con mejores rendimientos durante el tercer trimestre. Además, debido a la desaceleración de China, se puede esperar que las acciones de los mercados emergentes finalmente tengan un rendimiento inferior y que el sector de materias primas esté bajo presión. De hecho, las valoraciones de las acciones de energéticas siguen reflejando expectativas excesivamente altas para una recuperación de los precios del petróleo. El sector de la tecnología sigue siendo uno de los pocos focos de crecimiento en el entorno macro actual, pero las valoraciones están aumentando y la expansión de los múltiplos no continuará. Divisas: cuidado con la volatilidad La incapacidad de Trump para poner en marcha sus políticas y su confrontación sin éxito con el establishment de Washington han anulado casi totalmente el potencial del ‘Trump trade’. El USD continúa caro y probablemente se enfrente a vientos en contra, siempre y cuando el ‘Goldilocks trade’ aumente en el tercer trimestre, aunque las complicaciones y un aumento de la volatilidad podrían convertir el tradicional papel seguro del USD en un sólido apoyo. El alza del euro puede desvanecerse cuando la volatilidad del mercado se acelere, en parte debido a que el entusiasmo por la moneda única se ha construido sobre una historia positiva, y nuestros focos de incertidumbre para el trimestre no encajan bien con esto. Aun así, el EURUSD puede ir a testear los 1,1500, zona de resistencia en 2015-16, aunque no barajamos subidas importantes más allá de este nivel. China: el mercado está en sus manos Nos preocupa la falta de impulso crediticio en China y el hecho de que los mercados parecen ignorar que el 35% del crecimiento mundial se deriva de la región. Una potencial falta de crecimiento en China sería, por supuesto, dolorosa, pero en términos de renta fija, la mayor preocupación está relacionada con la caída de los precios de las materias primas, potencialmente causada por esa desaceleración. Hay que ser cautos, especialmente en lo que respecta a la exposición a los bonos de mercados emergentes. OPEP: ¿triunfará o fracasará? La capacidad de la OPEP para contener las exportaciones debería ser compensada por la necesidad de mantener más reservas propias de petróleo para satisfacer la creciente demanda doméstica durante los meses pico de verano. En EE.UU. el aumento de la producción durante el segundo trimestre se redujo en más de la mitad en comparación con el primer trimestre, un primer signo potencial de que los productores estadounidenses no están preparados o no son capaces de mantener la producción a cualquier precio. Estos acontecimientos han dejado a la OPEP una oportunidad; Si tiene éxito, el precio del crudo Brent probablemente regrese a US $ 55 / b durante los próximos meses.