Las entidades, conscientes de esta necesidad, se animan cada vez con más fuerza a lanzar productos de este tipo para satisfacer la demanda de sus clientes. A principios de este año, Tressis daba el paso con el lanzamiento de un nuevo servicio de gestión de carteras de fondos de inversión socialmente responsables. La entidad se […]
Dirigentes Digital
| 22 abr 2015
Las entidades, conscientes de esta necesidad, se animan cada vez con más fuerza a lanzar productos de este tipo para satisfacer la demanda de sus clientes. A principios de este año, Tressis daba el paso con el lanzamiento de un nuevo servicio de gestión de carteras de fondos de inversión socialmente responsables. La entidad se convertía, de esta manera, en la primera firma independiente en España en ofrecer este servicio.
Muchas otras han ampliado su oferta en este segmento vía fondos de inversión que apuestan por valores medioambientales, sociales o de gobierno corporativo. En noviembre de pasado año, por ejemplo, GVC Gaesco lanzaba el GVC Gaesco Sostenible ISR, un fondo de renta variable mixta internacional que utiliza como índices de referencia el MSCI Europe High Dividend Yield Index para la renta variable y el Barclays Euro Aggregate Bond Index para la renta fija. El producto intenta batir la inflación en la Zona Euro que tendrá en cuenta criterios medioambientales y sociales.
"Un producto financiero socialmente responsable se adquiere igual que cualquier otro producto financiero", explican los expertos. "La diferencia fundamental es que se deberá especificar esta cuestión en su búsqueda y se deberá exigir, adicionalmente, información complementaria que haga referencia a la parte socialmente responsable".
Según el informe de la Global Sustainable Investment Alliance (GSIA) del año 2012 (el último hasta la fecha), el importe en inversión socialmente responsable llegó hasta los 13.600 millones de dólares, un 21,6% del total de inversiones que se realizan en el mundo. En Estados Unidos, este tipo de inversión está mucho más extendido tal y como reflejan sus cifras: la ISR movió 3.470.000 millones de dólares en 2012. En el caso de Europa, la cifra se reduce hasta los 8.750 millones.
Pero el consenso del mercado espera que la brecha se vaya reduciendo en los próximos años. Según un reciente informe de UBS sobre el sector, "los inversores suelen sentir atracción por estos productos a raíz de tres factores: la creencia de que el binomio rentabilidad/riesgo puede mejorar mediante factores de sostenibilidad en sus decisiones de inversión, la voluntad de ejercer un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente a través de sus inversiones y el deseo de alinear su cartera financiera con sus valores personales"
De hecho, la gama de productos para acceder a este tipo de inversiones es cada vez mayor, desde fondos de pensiones de empleo, pasando por el capital riesgo hasta fondos de inversión temáticos que apuestan por megatendencias como la escasez de agua o la eficiencia energética, pasando por la inversión directa incluso en compañías cotizadas.
En este sentido, RobecoSAM se ha convertido en la gestora sostenible por excelencia. Son los encargados de identificar las compañías que pasarán a formar parte del índice Dow Jones Sustainability, entre las que se encuentran muchas españolas. Además, la entidad ofrece diversos productos que basan su estrategia en criterios sostenibles. Entre los más populares destacan el RobecoSAM Smart Materials y el Quant Sustainable Global Equities.
Es cierto que las gestoras internacionales han sabido desarrollar más este estilo de inversión, a través de productos como el Global Ecology de Pioneer o el Candriam Equities Sustainable Group de Candriam Investors Group. Pero entre las grandes gestoras españolas los inversores también pueden encontrar productos como el BBVA Bolsa Desarrollo Sostenible. De hecho, la aplicación de criterios de inversión socialmente responsable supone ya el 14% de los fondos gestionados por BBVA, lo que supone 10.567 millones de euros.