Jorge Fernández Díaz era una de las apuestas casi seguras para su salida del Gobierno. Había quedado reprobado por la oposición por continúas polémicas como las grabaciones en las que instaba a investigar a dirigentes independentistas. Se habla con un destino privilegiado como en la embajada del Vaticano. La otra salida cantada era la de […]
Dirigentes Digital
| 03 nov 2016
Jorge Fernández Díaz era una de las apuestas casi seguras para su salida del Gobierno. Había quedado reprobado por la oposición por continúas polémicas como las grabaciones en las que instaba a investigar a dirigentes independentistas. Se habla con un destino privilegiado como en la embajada del Vaticano. La otra salida cantada era la de José Manuel García-Margallo tras los enfrentamientos con Sorya Sáenz de Santamaría y las críticas de algunas políticas ejecutadas por el propio Gobierno de Rajoy. Los dos formaban parte del G-8, las personas cercanas y de una quinta parecida al propio Rajoy.
El otro damnificado ha sido Pedro Morenés que abandona el Ministerio de Defensa. El dirigente ha sido uno de los ministros que más ha pasado desapercibido durante la pasada legislatura, aunque no ha estado exento de críticas por tener negocios privados ligados al sector armamentístico.
Las apuestas daban por hecho la entrada de dirigentes jóvenes pertenecientes al Partido Popular. Sonaban con fuerza los vocesecretarios del partido: Pablo Casado, Andrea Levy, Javier Maroto y Fernando Fernández Maíllo. Pero Rajoy sólo ha abierto las puertas a María Dolores de Cospedal que en principio compaginará la secretaria general del partido. Otros nombres que habían sonado era Luisa Fernanda Rudi, que ha ocupado cargos como presidenta de Aragón y el Congreso o el presidente de Castilla León Juan Vicente Herrera.