Según el Consejo de Relaciones Exteriores, el petróleo representa el 80% de los ingresos del Gobierno nigeriano (que supusieron en 2014 unos 20.700 millones de dólares) y el 90% de las exportaciones de todo el país. La caída de los precios del petróleo lastra la economía africana, una situación que se agrava tras la imposición […]
Dirigentes Digital
| 01 abr 2016
Según el Consejo de Relaciones Exteriores, el petróleo representa el 80% de los ingresos del Gobierno nigeriano (que supusieron en 2014 unos 20.700 millones de dólares) y el 90% de las exportaciones de todo el país. La caída de los precios del petróleo lastra la economía africana, una situación que se agrava tras la imposición de controles de capital y la crisis de los países emergentes. La inflación continúa sin dar tregua, lo que hace a las autoridades nigerianas temer que la economía se quede sin dinero en efectivo.
Bloomberg informa de que inversores como Aberdeen Asset Management o Ashmore Group, que en conjunto supervisaban activos valorados en 450.000 millones de dólares, se han retirado del mercado nigeriano. Otras empresas, como Nestlé o Unilever África reconocen las dificultades que sus filiales en el país están atravesando; Nestlé, por ejemplo, afirma que su unidad local se redujo un 18% desde la llegada al poder en 2015 del actual presidente Muhammadu Buhari, y reconoce haber tenido que buscar más bancos que le proporcionen divisas suficientes.
La dependencia nigeriana del petróleo ha frenado el crecimiento de su economía, que se quedó en el 2,8% en 2015, su nivel más bajo desde 1999. Según Morgan Stanley, en este 2016 se frenará aún más y quedará en el 2%.
Hace solo dos años, la consultoría McKinsey & Co. preveía que Nigeria podría crecer al 7,1% hasta el año 2030 y llegar a ser una economía de 1,6 billones de dólares. Sin embargo, según datos de Bloomberg, las nuevas perspectivas no son tan buenas: para 2019, la economía aún será un 17% más pequeña que cuando alcanzó su máximo en 2014 de 542.000 millones de dólares.
El principal índice bursátil de Nigeria ha perdido un 10% en lo que va de año. Según datos del Banco Central, la inversión extranjera directa podría registrar su nivel más bajo desde el inicio de la crisis financiera en 2008.
Mientras tanto, el presidente nigeriano, Muhammadu Buhari, y el gobernador del Banco Central, Godwin Emefiele, se mantienen firmes en cuanto a sus políticas monetarias. Aunque reconocen las dificultades de las empresas, creen que una devaluación de la moneda y relajar los controles de capital serían similar a "asesinar" la naira y elevar más los precios, que ya registran una inflación del 11,4% en febrero.