Pero se ven perjudicados cuando falta información para fijarlas o cuando los mensajes de las autoridades sobre el futuro son ambiguos. ¿Cuál de los dos factores anteriores es el que más está afectando ahora al ánimo de los inversores? Les dejo a ustedes que respondan a esta cuestión. Si observamos la evolución del tipo de […]
Dirigentes Digital
| 23 sep 2015
Pero se ven perjudicados cuando falta información para fijarlas o cuando los mensajes de las autoridades sobre el futuro son ambiguos.
¿Cuál de los dos factores anteriores es el que más está afectando ahora al ánimo de los inversores? Les dejo a ustedes que respondan a esta cuestión.
Si observamos la evolución del tipo de cambio efectivo del dólar y la rentabilidad a largo plazo, comparada con el nivel de tipos de interés oficiales. Estabilidad de estos últimos, fijados por la Fed, frente a la inestabilidad de los activos en el mercado financiero, cuyo precio ponen los inversores (bueno, de acuerdo, debo matizar en una pequeña parte esta afirmación).
Hace años cuando me preguntaban sobre las razones detrás del comportamiento de los tipos de interés a plazo respondía que eran cuatro variables: los tipos del d/d, la inflación, la oferta/demanda de papel y otros (tipo de cambio, pero también factores políticos). Ahora, si tuviera que responder a una pregunta similar los resolvería de forma mucho más simple: tipos d/d y los bancos centrales. De hecho, con las medidas no convencionales los bancos centrales ya influyen directamente en los tipos de interés de la deuda a medio y largo plazo. Pero, también en las expectativas sobre la evolución de los tipos de interés oficiales con la política verbal. Entenderán ahora un poco mejor la matización que hacia al principio sobre la importancia de la incertidumbre. O de que las autoridades con su actuación sean parte del problema.
Decía el domingo pasado la directora gerente del FMI que el escenario económico internacional se ve caracterizado por la incertidumbre. Refiriéndose a la reunión del G20, consideró que hubo mucha discusión entre las autoridades especialmente con China y la Fed como factores de debate.
Con respecto a China, consideró las transformaciones que se están produciendo en China son muy complejas, valorándose las reformas ya tomadas y las que están aún pendientes.
En relación a la Fed, consideró que los últimos datos de empleo deberían ser valorados con calma. Y consideró que, cualquier decisión de tipos, debe ser tomada de forma definitiva sin valorar la posibilidad de que sea necesario reversarla a corto plazo con el coste que conlleva en términos de credibilidad. En su opinión, la Fed debe tomar su decisión no presionado por el mercado pero tampoco tratando de sorprenderle.
Si consideramos todos estos comentarios, recomendaciones, especialmente la última, todo apunta a que la Fed podría esperar a tomar la decisión de subir sus tipos de interés un poco más adelante. En estos momentos el mercado apenas otorga una probabilidad de subida de tipos del 30 % en septiembre, aunque es más significativa la subida de tipos esperada antes de final de año. Naturalmente, los datos, según afirma la propia Fed, podrían inclinar la balanza hacia la subida de tipos si siguen mejorando y mostrando de esta forma que el impacto de la reciente inestabilidad ha sido limitado. Así pasaríamos de la ambigüedad actual de las autoridades hacia el futuro a la certeza de la fortaleza y resistencia de la economía de Estados Unidos (y del mundo) que no precisaría tipos de interés tan bajos.
¿Qué queda una semana para valorar todo lo anterior? Sí, es poco tiempo.
José Luis Martínez Campuzano es Estratega de Citi en España.