La Banca Privada de Andorra (BPA), especializada en la gestión de grandes patrimonios, es el banco del crimen organizado para blanquear el dinero procedente del crimen. Jennifer Shasky, la directora de FinCen, el organismo contra la corrupción del Tesoro de EEUU lo describía de forma contundente en su investigación. "La corrupción de los ejecutivos y la debilidad de los controles para luchar contra el blanqueo han convertido a BPA en un vehículo fácil para el lavado de capitales procedente del crimen organizado y de la corrupción".
EEUU que los fondos ilícitos han terminado entrando en el sistema financiero norteamericano. Varios altos ejecutivos de la entidad aceptaban sobornos para diseñar a medida vehículos de transacción para que las mafias organizadas pudieran mover con libertad y opacidad sus fondos.
El documento de acusación vincula a BPA con el cártel mexicano de Sinaola. Uno de los ejecutivos del banco facilitando la trasferencia de dinero en efectivo derivado del narcotráfico en Estados Unidos y también de transacciones financieras relacionadas con otros crímenes.
Un intermediario, que había trabajado con la organización, contactó con la entidad para abrir varias cuentas para realizar transferencias a otras instituciones. El testigo protegido explica que a través de BPA las operaciones no serían rastreadas, según consta en el documento.
FinCen también establece contacto entre BPA y la mafia rusa. Andrei Petrov, uno de los cerebros financieros del crimen organizado en Rusia y detenido hace dos años en España por sobornar a políticos, utilizaba a la entidad para realizar operaciones. Según la información que dispone EEUU, Petrov facilitaba proyectos empresariales fuera de Rusia a varias organizaciones locales rusas para legalizar el dinero procedente del crimen. El FBI sospecha que Petrov es una de las manos derecha de Semion Mogilevich, uno de los fugitivos más buscados por EEUU.
El célebre Gao Ping, detenido hace dos años en España por blanqueo de capitales y trata de personas, también utilizaba a BPA como sucursal para realizar sus negocios ilegales. El empresario chino pagó sobornos exorbitantes a ejecutivos del banco andorrano para que sus movimientos fueran ocultados por la entidad, según indica el documento de acusación.
Otro directivo facilitó la creación de
empresas ficticias y productos financieros complejos utilizados para blanquear fondos de la compañía pública de Venezuela (PDVSA). BPA procesó aproximadamente 2.000 millones de dólares en transacciones relacionadas a este esquema de blanqueo de capitales. Entre enero de 2011 y marzo de 2013, la entidad facilitó movimientos de 50 millones en envíos y recibos de transacciones procesadas a través de Estados Unidos, como parte de la red de blanqueo. En 2014 se realizaron transferencias por importe de 4.200 millones de dólares relacionados con el blanqueo de dinero a Venezuela. Venezuela también apareció en la Lista Falcini de clientes en suiza del HSBC, donde se manejaron fondos superiores a 10.000 millones.