Nunca ha sido fácil invertir, pero lo es menos en un momento en el que nos adentramos en territorio desconocido (gracias a las políticas monetarias extraordinarias de los bancos centrales) tras la peor crisis desde la Gran Depresión. "Su dinero debe trabajar para usted y no al revés", afirma tajante Naumer, añadiendo que la inversión […]
Dirigentes Digital
| 12 sep 2016
Nunca ha sido fácil invertir, pero lo es menos en un momento en el que nos adentramos en territorio desconocido (gracias a las políticas monetarias extraordinarias de los bancos centrales) tras la peor crisis desde la Gran Depresión.
"Su dinero debe trabajar para usted y no al revés", afirma tajante Naumer, añadiendo que la inversión "puede ser muy simple". Todo empieza con el hábito número uno: "Conózcase a si mismo y desafíe sus intenciones". Esto es, olvídese de seguir "a la manada" o de sufrir más una pérdida que de disfrutar una ganancia, sólo sea consciente de sus preferencias.
En segundo lugar, recomienda que las decisiones de inversión sean regidas por preservar el poder adquisitivo y no la seguridad.
Mientras que el tercer hábito pasaría por seguir la ley fundamental de la inversión: "Ir por las primas de riesgo". Y es que, señala, históricamente asumir más riesgo en renta variable "ha sido claramente recompensado en el largo plazo".
Ahora bien, lo que debe hacer el participante del mercado es "invertir, no especular", pues "nadie necesita ser un experto y emplear todo su tiempo en seguir los movimientos de los precios para encontrar el momento adecuado de entrada y salida".
Por otra parte, aconseja al inversor "comprometerse" con sus apuestas. Para ‘evitar los cantos de sirena’, añade, lo que debe hacer es seguir estrategias y factores de largo plazo a la hora de asignar cartera, así como diversificar e invertir regularmente.
En sexto lugar, "no deje para mañana lo que pueda hacer hoy". Esto es, poner a trabajar nuestro dinero cuanto antes.
Finalmente, el último hábito es optar por la gestión activa. Al hacerlo, explica, "no sólo espera que los profesionales obtengan rendimientos adicionales, sino que también reducen el riesgo de ‘pesos muertos’ en sus carteras".