A pesar de su juventud, hay que remontarse al año 1850 para hablar de sus inicios. Era entonces cuando Agustina Estévez (trastarabuela de los hermanos Bravo Martín) ya ejercía labores ganaderas con la cría y el engorde de cerdos, de los cuáles luego comercializaba la manteca y el tocino. La empresa cuenta con unas 800 […]
Dirigentes Digital
| 29 nov 2014
A pesar de su juventud, hay que remontarse al año 1850 para hablar de sus inicios. Era entonces cuando Agustina Estévez (trastarabuela de los hermanos Bravo Martín) ya ejercía labores ganaderas con la cría y el engorde de cerdos, de los cuáles luego comercializaba la manteca y el tocino.
La empresa cuenta con unas 800 hectáreas de montanera, entre Salamanca y Extremadura, y más de 400 cerdos ibéricos que producen unos 800 jamones al año. Una joven empresa que aúna tradición y experiencia junto a los métodos artesanos y los medios más modernos para sacar al mercado un gran producto ibérico.
Todos sus productos proceden de cerdos ibéricos puros, que se crían en Bogajo y San Cristóbal de los Mochuelos (Cipérez), se alimentan con bellota y cumplen las condiciones necesarias para que sean considerados productos de excelente calidad:
Proceden de animales de tronco ibérico 100%, en el momento del sacrificio el cerdo ibérico tiene al menos entre 18 y 22 meses de edad, en la montanera tienen exclusivamente la bellota y el pasto como alimento y se someten a un proceso de maduración de un mínimo de tres años, dependiendo del producto del que se trate.