El Tribunal Supremo Federal de Brasil ha autorizado que la policía interrogue al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva como un testigo en el caso por el escándalo de corrupción en la petrolera estatal Petrobras, según adelanta Reuters. La Fiscalía señala que, aunque no existe ninguna evidencia que lo ligue a los crímenes, el […]
Dirigentes Digital
| 03 oct 2015
El Tribunal Supremo Federal de Brasil ha autorizado que la policía interrogue al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva como un testigo en el caso por el escándalo de corrupción en la petrolera estatal Petrobras, según adelanta Reuters.
La Fiscalía señala que, aunque no existe ninguna evidencia que lo ligue a los crímenes, el ex mandatario podría haber "asegurado ventajas para sí mismo, para su partido (…) o para su Gobierno al mantener una base de apoyo político sostenido en negocios ilícitos" en la compañía, ya que que el esquema de corrupción comenzó con el jefe de gabinete del ex presidente, José Dirceu.
En declaraciones recogidas por Reuters, Teori Zavascki, ministro de Supremo Tribunal Federal, señaló que "la gente que será interrogada no es considerada como bajo investigación, según propone la moción de la policía, son considerados informantes".
Un ‘tsunami’ llamado Petrobras
Brasil, que vive una época convulsa. Al frenazo de su economía y la baja popularidad de su presidenta, Dilma Rousseff, hay que sumarle el ‘tsunami’ político y económico que ha supuesto en el país el caso de corrupción entorno a la compañía estatal Petrobras.
La investigación sobre el expresidente, que fue abierta el 8 de julio, tratará de dilucidar si Lula da Silva favoreció a Odebrecht, una de las constructoras más potentes de Latinoamérica, para que ganara contratos en otros países. Además, también se tratará de aclarar la implicación del banco público BNDES, ya que siempre financiaba los contratos millonarios mediante créditos que podría haber facilitado el exdirigente.
De esta forma, la imagen de Lula da Silva se ve dañada después de haber sido todo un símbolo en su país. En su ocho años como Jefe de Estado en Brasil, hizo grandes reformas que transformaron la sociedad y la economía de la región. También se considera que su figura fue clave para reducir la pobreza en su país.
En su momento, la única reacción oficial del líder se hizo a través del Instituto Lula, fundado por el propio expresidente para promover "la cooperación de Brasil con África y América Latina" y fomentar "la inclusión social aliada al desarrollo económico". El Instituto, que se mostró sorprendido, aseguró que "estamos tranquilos. El Instituto Lula tiene certeza de la transparencia y legalidad de las actividades del expresidente Lula".