Una tasa de crecimiento de dos dígitos e impuestos competitivos. Estos son los factores que, según los expertos, han convertido a Madrid en el principal destino de inversión inmobiliaria de Europa. Justo cuando se cumple una década del comienzo de la crisis económica, las grúas y andamios han regresado con fuerza a la capital española atraídos por […]
Dirigentes Digital
| 30 ene 2018
Una tasa de crecimiento de dos dígitos e impuestos competitivos. Estos son los factores que, según los expertos, han convertido a Madrid en el principal destino de inversión inmobiliaria de Europa. Justo cuando se cumple una década del comienzo de la crisis económica, las grúas y andamios han regresado con fuerza a la capital española atraídos por la oportunidades de inversión que presenta. De hecho, son tan favorables las perspectivas económicas, así como el potencial crecimiento de las rentas, que ya ocupa el quinto puesto en la lista de ciudades europeas más atractivas para los inversores de cara a este 2018. El informe 'Tendencias del mercado inmobiliario en Europa', elaborado por PwC en colaboración con el Urban Land Institute, pone de manifiesto cómo Madrid ha ido ganando popularidad en este sentido, especialmente desde el año 2014. Tras la escalada de cuatro puestos desde la anterior edición, Madrid se erige como uno de los principales canalizadores de activos o al menos así se refleja a raíz de las más de 800 entrevistas realizadas a compañías inmobiliarias, fondos, inversores institucionales o entidades financieras, entre otros. En un año, los agentes representativos del sector han pasado de tener una expectativa moderada a buena sobre esta ciudad y más del 80% confía en que habrá más capital para endeudarse así como para nuevas inversiones. La creación de una quinta torre en el distrito comercial de Chamartín que, previsiblemente, será inaugurada en 2020, la reforma del Estadio Santiago Bernabéu, la remodelación del Edificio España o la construcción de vivienda nueva en el distrito de Valdebebas son algunos de los proyectos más importantes que se están ejecutando en este momento. Solo Berlín, Copenhague, Frankfurt y Múnich consiguen situarse por delante de ella. Por regla general, la mayoría de ciudades del viejo continente analizadas son concebidas como buenos lugares donde invertir, incluso Barcelona, que en este caso se sitúa en la posición número once. Sin embargo, desde el estudio puntualizan que el trabajo de campo del análisis finalizó antes del uno de octubre, por lo que la opinión de los encuestados no plasma un posible impacto de la situación política de Cataluña. En busca de una mayor rentabilidad, los inversores se decantan por activos alternativos como los centros de logística las instalaciones de autoalmacenaje, el alquiler residencial, las residencias de estudiantes o de la tercera edad. Frente a esta situación de optimismo, los principales riesgos derivan de un escenario de subidas de tipos de interés en el corto plazo en Europa, el incremento de la inestabilidad política internacional y el Brexit. Un gran porcentaje de entrevistados espera una caída de la inversión y del valor del sector inmobiliario británico este año. Otro de los aspectos que se aprecia es una nueva concepción del sector inmobiliario, donde la gestión del espacio como un servicio prima sobre la creación de valor. "Empieza a dibujarse un nuevo mercado donde la tecnología lo envolverá todo", señala el socio de PwC, Rafael Bou, quien también subraya la llegada de nuevos entrantes, la búsqueda de nuevas formas de colaboración y los nuevos modelos de negocio como los elementos que dibujan el nuevo escenario de este mercado. Un contexto donde el 85% asegura que en los próximos años el análisis de datos va a impactar la toma de decisiones de inversión y que los propios agentes del sector reconocen no contar con las capacidades adecuadas ante el nuevo entorno.