Faltan aún casi dos meses para que Venezuela celebre elecciones presidenciales, pero el ambiente está cada vez más caldeado. En esta ocasión, lo que revolucionado el escenario político en el país ha sido la filtración de una conversación entre el dueño de Polar y un representante del Fondo Monetario Internacional (FMI). En palabras del presidente, […]
Dirigentes Digital
| 19 oct 2015
Faltan aún casi dos meses para que Venezuela celebre elecciones presidenciales, pero el ambiente está cada vez más caldeado. En esta ocasión, lo que revolucionado el escenario político en el país ha sido la filtración de una conversación entre el dueño de Polar y un representante del Fondo Monetario Internacional (FMI).
En palabras del presidente, Nicolás Maduro, a una televisión estatal, "es delito lo que él hizo y está haciendo: hablar en nombre de la patria; es un delito grave contemplado en el ordenamiento jurídico y debe ser procesado, tiene que ser procesado. Espero que los órganos de justicia reaccionen porque ¿qué es eso de que está hablando con el FMI?".
La razón del enfado de Maduro es que Lorenzo Mendoza, dueño de Polar, habría llevado a cabo conversaciones con varias autoridades del FMI para que conceda un préstamo de 40.000 a 50.000 millones de dólares a un futuro Gobierno venezolano que suceda al de Maduro.
Por ello, el presidente ha señalado que el poder de negociar está en "el pueblo, los trabajadores, una generación de revolucionarios pendiente de proteger el empleo, el ingreso y derrotar radicalmente la guerra económica y mira lo que dijo el pelucón mayor; vendiéndole el país al FMI. El pelucón cree que tiene un poder que no tiene".
Por su parte, el dueño de la mayor empresa privada de alimentos rechazó "contundentemente los intentos de manipular a la opinión pública con la clara intención de querer utilizarme en la política venezolana". Además, Mendoza sostuvo que la grabación de su conversación fue "ilegal".