Es cierto, reconoce este experto, que el crecimiento del PIB (en comparación con los últimos años) está perdiendo velocidad, pero, matiza, la transición de inversión a consumo "está en marcha y esto tendrá enormes implicaciones para cada parte de esa nueva economía". El largo camino recorrido por Pekín, señala, hace que la ralentización sea natural. […]
Dirigentes Digital
| 11 may 2016
Es cierto, reconoce este experto, que el crecimiento del PIB (en comparación con los últimos años) está perdiendo velocidad, pero, matiza, la transición de inversión a consumo "está en marcha y esto tendrá enormes implicaciones para cada parte de esa nueva economía". El largo camino recorrido por Pekín, señala, hace que la ralentización sea natural. Y, añade, la urbanización es una tarea (enorme) pendiente, mientras la actividad del país seguirá "superando a la mundial por un amplio margen".
Dennis Lim, vicepresidente ejecutivo senior de la firma con más de 25 años de experiencia, recopila las principales fuentes de temor: recesión de las manufacturas, presión sobre el yuan, falta de credibilidad de las autoridades… Sobre el escepticismo que rodea a los indicadores estatales señala: "No vemos un ‘aterrizaje forzoso’ de China y, de acuerdo con nuestro research y observación sobre el terreno, los datos oficiales parecen ser una indicación bastante buena de hacia dónde se dirige la economía".
Y Mobius añade: "Creo que la gente debe recordar que esta es una economía planificada y, en gran medida, se puede diseñar el crecimiento para cumplir objetivos (…) Los chinos son conscientes del riesgo de no tener una economía totalmente de mercado (…) Sin embargo, los indicadores macro que oficiales no son menos exactos que los de otras partes del mundo".
Ahora bien, apunta Lim, "la era de crecimientos de doble dígito del gigante asiático probablemente se ha acabado. De cara al futuro, esperamos ver rangos del 4% al 6%". Con todo, por ejemplo, no cree que sea el fin de las grandes inversiones en infraestructuras, pues el país está "muy lejos de la saturación y habrá gasto en ferrocarriles, carreteras y puertos". En el área manufacturera, matiza, "sí nos preocupa la baja utilización de capacidad".
El también vicepresidente ejecutivo senior de Templeton Emerging Markets Group, Eddie Chow, por su parte, se centra en la evolución de la Bolsa china. Admite la volatilidad de los últimos años, pero también el avance en cuestiones tan importantes como la regulación, la apertura y la accesibilidad. Así, señala que ven "el mercado offshore muy atractivo en términos de valoración" y destaca el sector consumo: automóviles, artículos deportivos (ropa y calzado) son sus principales áreas de interés.
Finalmente, en lo que respecta al sistema bancario y al elevado endeudamiento, Mobius afirma: "No hay duda de que hay algunas empresas chinas excesivamente apalancadas y de que probablemente tendrán problemas por ello, de hecho, ya los tienen (…) Sin embargo, las grandes entidades financieras están controladas por el Gobierno y, por tanto, cuentan con su apoyo en momentos de estrés. Y China tiene todavía enormes cantidades de reservas de divisas, además de existir muchas válvulas de seguridad para las entidades (…) No creo que veamos un pánico bancario, ni bancarrotas masivas", concluye.
Al mismo tiempo, Chow apunta que el Ejecutivo está "buscando maneras de propiciar el desapalancamiento corporativo, por lo que la posibilidad de una crisis financiera es muy baja". Y hace referencia a la elevada tasa de ahorro del país, sumada a la monitorización del People’s Bank of China (PBoC por sus siglas en inglés) de la liquidez en el sistema y a la posibilidad de nuevas inyecciones de capital por su parte.
Recordemos que Aidan Yao y Shirley Shen, del equipo de research de AXA IM, también se mostraban conscientes del elevado endeudamiento del gigante asiático, especialmente por el lado privado. Pero consideraban que el proceso de desapalancamiento no tiene que desencadenar una crisis necesariamente. Sí, afirman, es "a menudo doloroso", pero la historia nos muestra que "las políticas adecuadas ayudan a disminuir y mitigar el impacto".
En resumen, acaba el gurú de los mercados emergentes: "Creemos que los temores acerca de un colapso bancario o económico de China son exagerados. Todavía hay mucho espacio para el crecimiento de las infraestructuras hasta alcanzar niveles de sus comparables globales y regionales. También hay una gran cantidad de oportunidades potenciales de inversión en los distintos segmentos del mercado y las bajas valoraciones actuales podrían recompensar a los inversores pacientes a largo plazo".