Después de que la semana pasada se confirmara que será juzgado por su participación en la consulta independentista del 9 de noviembre de 2014, Mas advirtió en dos actos con la prensa en la capital que una salida no pactada sería insostenible financieramente y eso haría variar la actual posición de Madrid de negarse a […]
Dirigentes Digital
| 19 oct 2016
Después de que la semana pasada se confirmara que será juzgado por su participación en la consulta independentista del 9 de noviembre de 2014, Mas advirtió en dos actos con la prensa en la capital que una salida no pactada sería insostenible financieramente y eso haría variar la actual posición de Madrid de negarse a negociar con Barcelona. “Al día siguiente (de una independencia sin acuerdo), el Estado perdería el 20% de su PIB y se quedaría con el 100% de su deuda pública”, ha advertido, añadiendo que si la independencia no era acordada, Cataluña no tendría “ninguna obligación jurídica sobre la deuda española”. “A pesar de que haya tensión, en algún momento del proceso final habrá acuerdos, y serán inevitables (…) Cuando la afectación sea económica, ahí es donde se acaba el no negociar”, añadió. Mas dijo que si había negociación, Cataluña podría pactar su participación en el pago de la deuda y contribuir a “corrientes de solidaridad” con el resto de autonomías, además de evaluar lo que ha invertido España en la región a lo largo de las últimas décadas. El ex presidente de la Generalitat no quiso ahondar sin embargo en las consecuencias que tendría una ruptura unilateral para la propia Cataluña, que depende del Estado español para obtener liquidez desde 2012, explica Reuters. El líder del Partit Demòcrata Europeu Català (PDC), antigua Convergència, insistió además en el espíritu europeísta de sus aspiraciones, pese a que según las normas de la Unión Europea, una república escindida tendría que atravesar un proceso potencialmente largo para solicitar su adhesión al bloque. En cualquier caso, Mas ve imparable el proceso hacia la independencia y aunque se ha mostrado abierto a pactar con el Estado cuestiones como la pregunta, la fecha o las condiciones del referéndum que Cataluña quiere convocar para el año que viene, considera innegociable la celebración de dicha consulta. “Sería un suicidio para todos (no hacer una consulta), enquistaríamos este conflicto, no tiene sentido” declaró, pese a reconocer que “a veces los referéndum los carga el diablo”. Los sondeos muestran una mayoría muy sólida en Cataluña a favor de que se pueda ir a las urnas para decidir el futuro de la región, pero la victoria de los catalanes favorables a la independencia no está nada clara. “Quien decide las cosas es el que va a votar”, señaló Mas, quien no descartó la posibilidad de aspirar a ser el primer presidente de una hipotética república catalana. Dando por hecho la investidura de Mariano Rajoy la próxima semana, el líder catalanista dijo que la debilidad con la que el Partido Popular se enfrentará a la nueva legislatura les obligará a negociar, aunque se mostró poco optimista sobre la posibilidad de que haya un acercamiento o una propuesta atractiva y viable desde Madrid a Cataluña. Este miércoles, la Fiscalía de Cataluña ha presentado una querella contra la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, por un delito de desobediencia, al haber permitido una votación sobre la hoja de ruta independentista que el Constitucional había anulado. “La independencia de Cataluña no es imposible si los catalanes están dispuestos llegar hasta el final”, ha concluido Mas.