Más allá de la reacción inicial de los mercados, con una huída del riesgo en toda regla, las ‘aguas’ parecen volver a su cauce tras la decisión de Reino Unido de salir de la Unión Europea (UE). Los primeros datos que vamos conociendo en el Viejo Continente apuntan a que el impacto económico podría ser […]
Dirigentes Digital
| 27 jul 2016
Más allá de la reacción inicial de los mercados, con una huída del riesgo en toda regla, las ‘aguas’ parecen volver a su cauce tras la decisión de Reino Unido de salir de la Unión Europea (UE). Los primeros datos que vamos conociendo en el Viejo Continente apuntan a que el impacto económico podría ser ‘controlado’, aunque no son pocos los expertos que advierten sobre la complacencia y la existencia de otros ‘vientos en contra’.
"Comienza a levantarse la pesada niebla" que enturbió el horizonte tras la consulta, señalan desde Capital Economics. Los primeros datos, aunque son mixtos, apuntan, dan cierta seguridad. El indicador más negativo, consideran, ha sido la encuesta ZEW alemana, que mide la confianza de los inversores institucionales y cuyo epígrafe de ‘Sentimiento económico’ que ha sufrido su mayor caída mensual de los últimos cuatro años hasta el nivel más bajo desde noviembre de 2012.
Un descenso que se contrapone con el hecho de que el Dax haya recuperado cerca de un 10% desde el referéndum. "Sin embargo, es probable que el próximo mes repunte, pues el apartado de ‘Condiciones actuales’ apenas se contrajo, por lo que hay pocos indicios de un impacto temprano del Brexit sobre la actividad real por el momento".
Tampoco fue positiva la confianza del consumidor elaborada por la Comisión Europea (CE), si bien, también se mantiene en niveles superiores a los de abril. Mientras tanto, añade la firma, los PMIs compuestos de Alemania y Francia han logrado repuntar (en el primer caso apuntando incluso a cierta aceleración en el tercer trimestre).
Con todo, reconocen que es "prematuro concluir que el Brexit tendrá poco o ningún impacto negativo en la economía de la Zona Euro", pues el PMI preliminar de Reino Unido ha caído con fuerza en julio, "lo que indica que probablemente la actividad se ha contraído en las semanas posteriores a la votación". Además, añaden, hay otros riesgos para la región de la moneda única como el desvanecimiento de los impulsos que suponen la debilidad de petróleo y euro: "Las primeras señales nos dan cierto confort, sí, pero las perspectivas están lejos de niveles saludables".
Para Neil Dwane, estratega global de Allianz Global Investors, tanto la UE como Reino Unido han comenzado un "viaje a lo desconocido", pero lo que sí esta claro es que los británicos podrían estar en mejor posición que sus ‘vecinos’ al menos "hasta que se produzca la separación real". Considera este experto que, en cualquier caso, "el crecimiento será más bajo, la confianza más débil y la necesidad de los inversores de encontrar rentabilidades suficientes sigue siendo acuciante".
Añade que la consulta "jugará un papel importante en las próximas elecciones del Viejo Continete, especialmente en Francia e Italia". Y si el malestar, el euroescepticismo, escala posiciones "el crecimiento podría sufrir ante el parón consecuente de la inversión" y la delicada situación del sector financiero.
Finalmente, y centrados en el caso concreto de Reino Unido, desde AXA IM, creen que la inestabilidad política va a continuar. "La reacción de los mercados ha sido rápida y brusca, pero ordenada", reconocen. Y la combinación de ambos factores, apuntan, "probablemente resulte en una desaceleración de cierto calado de la economía británica, cerca de condiciones recesivas, lo que supondrá la introducción de una mayor flexibilización de la política monetaria y un replanteamiento de la fiscal". Las perspectivas a largo plazo, concluyen, "siguen siendo muy inciertas".