Las autoridades abrieron los pasos en los estados venezolanos de Táchira, Apure, Zulia y Amazonas, adonde llegaron miles de venezolanos, muchos desde lugares lejanos, ávidos por comprar alimentos y medicinas escasos en su país, según constataron testigos de Reuters.
El paso peatonal estará abierto durante 15 horas diarias todos los días, dijeron autoridades. En San Antonio del Táchira, una banda militar recibía en Colombia a los venezolanos. Algunos de ellos habían estado formados desde la madrugada para cruzar.
"Vine con mi familia a hacer mercado porque no conseguimos nada qué comer", dijo Wilmary Salcedo, una estudiante de ingeniería de 17 años de edad, quien viajó unos 800 kilómetros desde la ciudad central de Maracay.
En las primeras dos horas, sólo por el paso limítrofe de San Antonio del Táchira, unos 5.000 venezolanos habían cruzado en busca de víveres, según cálculos de la cancillería colombiana. Se esperaba que el número aumente conforme avance el día.
Venezuela sufre una de las peores crisis de su historia moderna. A la inflación de tres dígitos se suma una recesión económica que empezó en 2014 y una escasez de alimentos y medicinas que obliga a miles a formar enormes colas en supermercados y farmacias a la caza de bienes.
La oposición culpa al presidente Nicolás Maduro del descalabro económico por lo que ha iniciado los procedimientos legales para llamar a un referéndum revocatorio de su mandato, que culmina a principios de 2019.
Sin embargo, Maduro, quien asegura que sufre de una "guerra económica", ha dicho en repetidas oportunidades que el plebiscito no se llevará a cabo este año, por lo que, de ser revocado a partir de 2017, sería su vicepresidente quien culminaría su mandato y no se realizarían nuevas elecciones.
La reapertura de la frontera ocurre tras la decisión unilateral de Venezuela de mantener cerrados los pasos fronterizos desde finales de agosto de 2015, a raíz de un enfrentamiento que dejó heridos a militares venezolanos. Entonces, Maduro justificó el cierre como una medida para enfrentar a paramilitares y contrabandistas del vecino país.
En julio, la frontera fue abierta por algunas horas y más de 100.000 venezolanos inundaron el puente internacional Simón Bolívar.