La pérdida de momentum de la economía del gigante asiático no es el único lastre para las monedas emergentes, la Fed y sus propios problemas domésticos tampoco ayudan. Rusia y Brasil "luchan" contra la recesión, Turquía deberá hacer frente a nuevas elecciones después del fallido intento de coalición… Un contexto que ha disparado la aversión […]
Dirigentes Digital
| 01 sep 2015
La pérdida de momentum de la economía del gigante asiático no es el único lastre para las monedas emergentes, la Fed y sus propios problemas domésticos tampoco ayudan. Rusia y Brasil "luchan" contra la recesión, Turquía deberá hacer frente a nuevas elecciones después del fallido intento de coalición…
Un contexto que ha disparado la aversión al riesgo de forma espectacular, llevándose por delante a las divisas de alta beta y relacionadas con las materias primas, e impulsando a las monedas principales, como el franco suizo o el euro, así como a algunas de Europa central y oriental.
La búsqueda de "refugios seguros" podría continuar, afirman los analistas de Barclays, especialmente si los temores sobre China se confirman. "No obstante, aunque no abogamos por volver de nuevo a ellas, podría argumentarse que la valoración de muchas monedas emergentes se han vuelto más atractivas, especialmente el rand sudafricano, la rupia india, el real brasileño, el peso chileno, el ringgit malasio, el dólar tailandés, la rupia indonesia y el peso colombiano".
La firma cree que los niveles actuales "ofrecerían un grado de confort en términos de nuevas presiones a la baja para estas monedas, pero esto no significa que los inversores deban apresurarse. Por el contrario, mientras que las divisas de Europa central, Rusia y Turquía se han beneficiado de las recientes turbulencias, sus valoraciones relativamente caras suponen un ‘tope’ a un mayor potencial al alza".
En lo que respecta a los tipos de la deuda en estas regiones, estos expertos consideran que la reciente crisis "ha creado un cierto valor", especialmente si tenemos en cuenta el posible retraso en la normalización del a política monetaria de la Fed. Ahora bien, recomiendan cautela pues los mercados seguirán muy pendientes de las incertidumbres políticas (Brasil y Turquía), los precios del petróleo se mantienen bajo presión y aún hay riesgo de importantes salidas de fondos.
Por su parte, Susan Joho, economista de Julius Baer, eleva sus previsiones para euro y yen, tras la reciente fortaleza de ambas divisas al revertirse las operaciones de carry trade ante la aversión al riesgo, pues las dos han sido utilizadas para financiar las inversiones más high yield. "En este entorno, no vemos que se vayan a reconstruir esas posiciones en los próximos meses", afirma. Ahora, ve al euro/dólar en los 1,15 en los próximos tres meses (1,18 a doce meses) y el dólar/yen en los 120.
Finalmente, desde ETF Securities recuerdan que ahora mismo el mercado de opciones está descontando la fortaleza del dólar frente al resto de monedas del G-10, a excepción del yen japonés."El peor comportamiento se espera para las divisas ligadas a las commodities como el dólar australiano, el neozelandés y el canadiense, y, en menor medida, la corona noruega. También se prevé que algunas de ellas cosechen peores resultados frente a euro y libra".