La economía española ha experimentado recientemente un fuerte crecimiento, a un ritmo del 3,2% en 2015 y de 3,4% durante el primer trimestre de 2016 en términos reales anuales. No obstante, Moody’s considera que esta mejora es más cíclica que estructural (impulsada por factores como los bajos precios del petróleo, las mejores condiciones de financiación […]
Dirigentes Digital
| 03 ago 2016
La economía española ha experimentado recientemente un fuerte crecimiento, a un ritmo del 3,2% en 2015 y de 3,4% durante el primer trimestre de 2016 en términos reales anuales. No obstante, Moody’s considera que esta mejora es más cíclica que estructural (impulsada por factores como los bajos precios del petróleo, las mejores condiciones de financiación y el crecimiento del turismo) y que la inercia de crecimiento terminará por debilitarse.
Aun así, la agencia de rating espera que el PIB ascienda a una tasa saludable de 2,9% en 2016 y de 2,0% en 2017 superando así a la mayoría de las principales economías europeas.
Con este respaldo, la firma estima que la calidad de los activos de los bancos españoles continúe mejorando durante los próximos 12 a 18 meses, y que el todavía elevado volumen de préstamos dudosos siga disminuyendo de forma gradual. Asimismo, prevé que el volumen de inmuebles adjudicados, que se ha venido incrementado gradualmente desde 2009, comience a reducirse, aunque a tasas muy modestas, dado el comportamiento más favorable del mercado inmobiliario.
No obstante, el entorno de bajos tipos de interés, que hasta ahora ha impulsado el crecimiento económico y reducido la carga financiera del altamente endeudado sector privado, se está traduciendo en un factor negativo para la rentabilidad de los bancos al presionar a la baja el margen de intereses (la fuente de ingresos más importante de los bancos españoles, representando más del 50% del total de ingresos en 2015). La presión negativa sobre el margen de intereses se ve exacerbada por el bajo nivel de actividad bancaria, debido al continuo desapalancamiento del sistema.
"El buen comportamiento de la economía española está ayudando a que los bancos del país mejoren la calidad de sus activos, durante años el lastre más importante del sistema bancario" señala Alberto Postigo, senior vice president y credit officer de Moody’s. "Sin embargo, la rentabilidad del sistema se enfrenta a retos crecientes debido a los tipos de interés persistentemente bajos y al desapalancamiento, factores que están erosionando la capacidad de generar ingresos".
Como resultado, prevé que la rentabilidad permanezca estable. "La presión sobre el margen de intereses se verá compensada en gran medida por la reducción en el coste del crédito para los bancos españoles. Las provisiones por pérdidas crediticias cayeron un 26% en 2015 en comparación con 2014, tendencia que esperamos continúe", explica Postigo.
La agencia destaca que los bancos españoles mantienen una posición de liquidez favorable, que espera continúe durante los próximos 12 a 18 meses. Esto es debido a una menor dependencia de la financiación mayorista a medida que el sistema se desapalanca, junto con un mayor peso de los depósitos de clientes en la estructura de financiación de los bancos, según la agencia de rating.
Finalmente, considera que tras la trasposición de la Directiva de Recuperación y Resolución Bancaria (BRRD) de la Unión Europea (UE) en España en junio de 2015, ha disminuido la probabilidad de apoyo del gobierno para los bancos españoles. Moody’s presupone una probabilidad moderada de apoyo gubernamental para los seis bancos mayores bancos españoles, lo que se traduce en un escalón de mejora en las calificaciones de depósitos y de deuda sénior de largo plazo (siempre que éstas no se encuentren restringidas por la calificación soberana), y una baja probabilidad de apoyo del gobierno para el resto de los bancos, lo cual no se traduce en una mejora en la calificación. No espera cambios en los supuestos de apoyo gubernamental en los próximos 12-18 meses.