La agencia de la calificación advirtió al Gobierno mexicano de que no inyectara dinero en Pemex el mismo día que bajó la calificación de la petrolera de ba3 a b3. "Los débiles indicadores crediticios que muestra actualmente la compañía empeorarán conforme continúe financiando sus inversiones de capital con fuentes externas", manifestaba el informe que publicó […]
Dirigentes Digital
| 15 abr 2016
La agencia de la calificación advirtió al Gobierno mexicano de que no inyectara dinero en Pemex el mismo día que bajó la calificación de la petrolera de ba3 a b3. "Los débiles indicadores crediticios que muestra actualmente la compañía empeorarán conforme continúe financiando sus inversiones de capital con fuentes externas", manifestaba el informe que publicó la agencia donde explicaba sus razones para bajar la calificación de la petrolera: "la principal razón de Moody’s para cambiar la perspectiva de estable a negativa es el aumento de los retos fiscales y económicos que enfrentan las autoridades para conseguir mayor consolidación fiscal".
Sin embargo, tras realizar nuevos cálculos acerca de las consecuencias de la inversión del Gobierno en la petrolera estatal, Moody’s calculó que las necesidades de financiamiento vía deuda se reducirán este año de 17 mil millones de dólares a 13 mil millones de dólares para Pemex.
"Estimamos que antes de la inyección de capital Pemex hubiera necesitado 17 mil millones de dólares en fondeo externo durante 2016, incluidas necesidades para refinanciar deuda y a parte de los 9.1 miles de millones de dólares ya recaudados en lo que va del año", ha manifestado la calificadora, reconociendo así que se equivocó al recomendar a México que no inyectara dinero en Pemex.
Sin embargo, para decepción de la petrolera y el gobierno, aunque la acción llevada a cabo por el país ha recibido buenas críticas, Moody’s ha tomado la decisión de no cambiar la calificación de bono basura de Pemex, al menos todavía.
En un informe, la calificadora ha asegurado: "Mantenemos nuestra creencia de que las métricas de crédito de la compañía empeorarán mientras los precios del petróleo se mantengan bajos, la producción continúe a la baja, los impuestos se mantengan altos y la compañía ajuste a la baja sus gastos".
Para Moody’s es inevitable que la caída del precio del barril acabe por hundir definitivamente a Pemex y que los esfuerzos del Gobierno mexicano acaben siendo en vano. Además, para lo único que le ha servido la inyección monetaria estatal a la calificadora ha sido para confirmar su teoría, varias veces planteada en sus informes, de que Pemex sufre una fuerte dependencia del Gobierno Federal, que según la calificadora sin el apoyo de este la petrolera se situaría seis escalones más abajo.