Nigeria es la mayor economía africana, crece a ritmos de casi un 5% anual y, sin embargo, la mayoría de su población (el 60%) es pobre. Incluso en algunos estados, 8 de cada 10 habitantes malviven con menos de un dólar al día. Además, el consumidor nigeriano medio tiene un escaso poder adquisitivo, con un […]
Dirigentes Digital
| 23 oct 2015
Nigeria es la mayor economía africana, crece a ritmos de casi un 5% anual y, sin embargo, la mayoría de su población (el 60%) es pobre. Incluso en algunos estados, 8 de cada 10 habitantes malviven con menos de un dólar al día. Además, el consumidor nigeriano medio tiene un escaso poder adquisitivo, con un PIB per cápita de solo 2.800 dólares según el CIA Fact Book de 2013.
Entre otras de las cosas que caracterizan la vida en Nigeria se encuentra la escasez energética. Los apagones son diarios y la producción eléctrica del país no ha llegado nunca a los 5.000 megavatios (incluso el pasado mayo marcó mínimo histórico con 1.325 megavatios producidos), una cifra que no llega ni a un tercio de la demanda real del país. Pese a todo, la Comisión Reguladora de la Electricidad de Nigeria ha anunciado enormes subidas en las facturas de la luz, que podrán ir desde el 5% hasta el 40% en algunos casos.
Así lo ha confirmado Sam Amadi, presidente de la Comisión Reguladora de la Electricidad del país, a Bloomberg. "Estamos trabajando los números y revisando los procesos", defendió Amadi. El dirigente explicó que las subidas dependerán del proveedor de la energía y del tipo de consumidor, y que se harán efectivas a mediados de noviembre.
Según defiende Amadi, todos los esfuerzos hechos para aumentar el suministro de electricidad se han topado con grandes obstáculos: el suministro de gas, el tipo de cambio y la inflación. Todo ello ha hecho incrementarse el coste de producción y de infraestructuras para las eléctricas: "La ley establece revisión periódica de precios cuando el perfil del coste cambia", argumentó Amadi.
Ya en 2013, Nigeria desmanteló el monopolio eléctrico y vendió el 15% de la generación y la distribución a inversores privados en un intento vano por poner fin a los continuos cortes de energía. Pero el desplome de los precios del petróleo ha presionado fuertemente a la naira (el 70% de los ingresos del país proviene del crudo), y forzó al Banco Central de Nigeria, que rescató a las energéticas el año pasado, a devaluarla dos veces desde noviembre. Así, la inflación ha aumentado a su nivel más alto en más de dos años en este mes de septiembre hasta el 9,4%.
Las tasas establecidas por el Gobierno han dificultado el pago de las empresas de distribución a las plantas eléctricas. Antes de las elecciones de marzo, el regulador les prohibió cobrar a los consumidores las pérdidas ocasionadas por errores de facturación, lo que redujo a más de la mitad la tarifa en varias áreas del país. Esto hizo que la mayoría de las empresas de distribución se quejasen y alegasen que no podían pagar por el suministro de la energía. "Si las empresas de distribución de electricidad tienen buenos impuestos podrán pagar por el gas y estarán felices para hacer más inversiones", opinó Amadi.