En su última webcast trimestral, centrada sobre todo en la evolución del ciclo crediticio, el experto no se muestra demasiado optimista con la evolución del crecimiento global, asegurando que seguirá lento pero estable, “sin indicios de que vaya a acelerarse a corto plazo” en el caso de EEUU. A su juicio, el principal problema son […]
Dirigentes Digital
| 03 nov 2016
En su última webcast trimestral, centrada sobre todo en la evolución del ciclo crediticio, el experto no se muestra demasiado optimista con la evolución del crecimiento global, asegurando que seguirá lento pero estable, “sin indicios de que vaya a acelerarse a corto plazo” en el caso de EEUU. A su juicio, el principal problema son los elevados niveles de deuda a escala mundial, que “sugieren que será necesario un tiempo para que se materialicen las mejoras, así como unos estímulos monetarios muy superiores por parte de los bancos centrales”. De hecho, en el caso de la Reserva Federal estadounidense, y frente a los que opinan que la próxima subida de tipos será en diciembre, Leech considera que el organismo mantendrá una postura más acomodaticia al menos hasta que se cumplan tres condiciones: 1) que el crecimiento económico alcance su objetivo; 2) que las condiciones financieras mejoren considerablemente; y 3) que las perspectivas de inflación aumenten. “Ante la marcada caída de la inflación a escala mundial, creemos que el mantenimiento de políticas monetarias acomodaticias sigue siendo fundamental para una recuperación mundial continuada, y que éstas seguirán siendo agresivas”, indican desde la entidad. Lo mismo opina respecto a Europa, donde consideran que las reducidas perspectivas de inflación obligaran al BCE a actuar de nuevo. “Si el BCE da por terminado su programa de relajación cuantitativa y empieza a retirarlo, los rendimientos europeos podrían aumentar drásticamente”, advierten. Entre otros grandes retos a los que se enfrentan los inversores en los próximos meses, el experto tampoco ‘destierra’ a China. “Los temores sobre su economía se han calmado, pero podría ser demasiado pronto para apagar las alarmas, y el gigante asiático seguirá revistiendo una importancia crucial para entender las perspectivas de crecimiento mundiales”, indica, insistiendo en que los inversores deberán seguir estando alerta y ser prudentes en este sentido. ¿Qué pasa con los mercados? Bajo este escenario, y ya centrado en las perspectivas de inversión, Ken Leech explica que frente a los que hablan de “final del ciclo crediticio”, que suele caracterizarse por un repunte en los mercados de activos de riesgo, unos diferenciales ajustados y la creación de burbujas, “esto no encaja con la fase increíblemente bajista en los productos de mayor riesgo que observamos desde junio de 2014 hasta el 11 de febrero de 2016, que dio lugar al punto álgido de los temores este año sobre un aterrizaje forzoso en China, la recesión mundial, los reducidos precios de las materias primas y las preocupaciones sobre el sector bancario a escala mundial”. El experto tiene claro que no nos encontramos en las últimas fases del ciclo crediticio. Y como ejemplo pone el repunte espectacular en ciertos segmentos, como los bonos de alto rendimiento energéticos, que arrojaron una rentabilidad del 59% desde el 11 de febrero de 2016 hasta el 30 de septiembre de 2016. “Creemos que el contexto de crecimiento sigue siendo positivo y que el plano político es muy favorable. Por tanto, los bonos del Tesoro estadounidense y demás deuda pública cuentan con el respaldo de la política monetaria”, indican desde la firma.