La euforia inicial con la que fueron recibidas las medidas de Draghi, se transformo pronto en dudas y ahora se torna de nuevo en alegría, muestra de que inversores y gestores se mueven en un precario equilibrio entre la esperanza que despiertan las nuevas inyecciones, las dudas sobre su eficacia y, sobre todo, sus efectos […]
Dirigentes Digital
| 11 mar 2016
La euforia inicial con la que fueron recibidas las medidas de Draghi, se transformo pronto en dudas y ahora se torna de nuevo en alegría, muestra de que inversores y gestores se mueven en un precario equilibrio entre la esperanza que despiertan las nuevas inyecciones, las dudas sobre su eficacia y, sobre todo, sus efectos perversos sobre la banca…
El jueves, indican desde Citi, el Banco Central Europeo (BCE) "intentó recuperar la credibilidad perdida, "pero esto no es nada fácil. De hecho, el daño en la confianza de los inversores de los dos primeros meses del año ha sido tan intenso que tardará mucho en recuperarse. Si se recupera. Esto va a requerir mucho esfuerzo desde los bancos centrales, una mejora económica y especialmente más cooperación internacional. Ahora, la semana próxima, les toca al Banco de Japón (BoJ por sus siglas en inglés) y a la Fed". Con todo, su estratega en España, José Luis Martínez Campuzano, afirma tajante que su sesgo para los activos de riesgo es "positivo, naturalmente".
En este sentido, Maxime Alimi, del equipo de research y estrategia de inversión de AXA IM, consideran que si su evaluación de los apoyos es correcto, "no hay que luchar contra la autoridad monetaria: la deuda periférica, el high yield y la Bolsa se van a ver beneficiadas". No obstante, este experto reconoce que "ya no cuenta con un euro más débil para elevar los precios, tal vez por temor a una reacción por parte de la Fed. Por tanto, no esperamos una significativa depreciación de la moneda única de aquí en adelante".
Por el contrario, Bank of America Merrill Lynch mantiene su visión bajista sobre el euro/dólar y espera la paridad para finales de año, si bien, explica que esta perspectiva se asienta más sobre su punto de vista optimista respecto a la economía estadounidense, la expectativa de dos subidas de tipos de la Fed y de mejora del apetito por el riesgo.
Mientras, Marilyn Watson, responsable de estrategia mundial de productos de renta fija sin limitaciones de BlackRock, explica que en términos de posicionamiento en Europa, les siguen gustando la deuda periférica. Asimismo, tienen una visión favorable sobre ciertos bonos a largo plazo vinculados a la inflación, esto a ambos lados del Atlántico. Finalmente, reconocen que a pesar de que el entorno es difícil para los emergentes, "seguimos viendo oportunidades tanto en tipos como en divisas (…) India se mantiene como una de nuestras favoritas, estamos largos tanto en renta fija en divisa loca, bancos y rupia".
Coincide Regina Borromeo de Brandywine Global, filial de Legg Mason, al destacar que "incluso con las preocupaciones vigentes en torno a la deflación, vemos ahora más valor en crédito y emergentes, ya que están valorando unas condiciones de recesión excesivas. Cierta estabilización del dólar y las materias primas deberían impulsar el trade reflacionario".
Al mismo tiempo, Álvaro Sanmartín, economista jefe y asesor del Alinea Global en MCH IS, apunta que estamos ante "una buena noticia para los activos de riesgo. En particular, creemos que la renta variable europea encierra un importante atractivo. Y los spreads de deuda corporativa, incluido el high yield, deberían hacerlo bien también".
Finalmente, Fabio Mostacci, analista de Mirabaud Securities España, se centra en el impacto sobre el cuestionado sector financiero: A corto plazo, creemos que mitigan la posibilidad de que el Euribor baje hasta unos niveles profundamente negativo y que, de esta forma, aumentará la confianza de los mercados respecto al margen neto de intereses de la banca. Asimismo, la segunda fase del TLTRO podría generar ganancias adicionales para el ‘carry trade’ así como un mayor crecimiento del volumen de préstamos. Para resumir, es probable que estas medidas reduzcan de manera sustancial el riesgo para la banca española en un contexto de ralentización económica (downside). A largo plazo, consideramos que existe cierto riesgo de que se relajen los estándares y criterios para el análisis de riesgos y que aumente la dependencia de la financiación del BCE. Sin embargo, confiamos en que los inversores se centrarán ante todo en las oportunidades a corto".
¿Nada ha cambiado?
Menos optimistas se muestran desde el Departamento de Análisis de Bankinter, pues recuerdan que "es necesaria la introducción de reformas que realmente permitan la mejora de la macro y así de la demanda real del crédito. El movimiento vivido ayer por el mercado es realmente complicado de interpretar lo que refuerza nuestra percepción de que el riesgo implícito de la toma de decisiones se ha complicado. Por ello, y en un contexto como el actual de pérdida de influencia de los bancos centrales, continuamos defendiendo la importancia de preservar capital, siendo mucho más relevante proteger que acertar".
También Jean-Sylvain Perrig, director de inversiones de UBP, apuesta por la cautela ante el empeoramiento de la visibilidad: "Desde febrero hemos ido reduciendo riesgos tras empezar el año demasiado confiados en los activos de riesgo. La última jugada del BCE no altera demasiado nuestra visión, porque demuestra que la confianza es baja, y que se necesitan medicinas cada vez más fuertes para tratar de restaurarla. Preferiríamos ver acciones para impulsar la inversión y la innovación a través de medidas presupuestarias. Nuestra conclusión es que los riesgos siguen inclinándose a la baja (crecimiento e inflación). El diablo está en los detalles, si los canales de transmisión funcionarán mejor bajo este nuevo régimen, no podemos asegurarlo todavía. Esperamos que el rally actual nos traiga hacia 3.250-3.300 en el Euro Stoxx 50 y 2000-2050 en el S&P 500. A esos niveles analizaríamos si procede volver a reducir el riesgo aún más".
Se suma a este punto de vista de vista Julius Baer: "Tenemos la impresión de que los remedios del BCE no funcionan en los mercados como lo hacían antes. Como consecuencia de ello, revisaremos nuestra visión sobre la renta variable de la Zona Euro en los próximos días".
En este contexto, Link Securities destaca que "en un escenario de tipos bajos durante mucho tiempo los valores de elevada capacidad de generar caja libre y que ofrecen altas rentabilidades por dividendo son una apuesta atractiva para los inversores más conservadores".