Los interrogantes que penden sobre la economía del gigante asiático, a vueltas con la posibilidad de un "aterrizaje forzoso", han provocado un auténtico terremoto en los mercados de renta variable. Al mismo tiempo, las materias primas, con el petróleo a la cabeza, siguen desangrándose, incapaces de encontrar un suelo a la caída de sus precios […]
Dirigentes Digital
| 18 ene 2016
Los interrogantes que penden sobre la economía del gigante asiático, a vueltas con la posibilidad de un "aterrizaje forzoso", han provocado un auténtico terremoto en los mercados de renta variable. Al mismo tiempo, las materias primas, con el petróleo a la cabeza, siguen desangrándose, incapaces de encontrar un suelo a la caída de sus precios y arrastrando consigo a países y empresas productoras. Mientras, se mantienen las dudas sobre el ciclo alcista de la Reserva Federal (Fed) y Banco Central Europeo (BCE) y Banco de Japón (BoJ por sus siglas en inglés) no "mueven ficha".
"Los primeros días del año anticipan los amplios movimientos que podríamos vivir durante el ejercicio bursátil", advierte Natalia Aguirre Vergara, analista de Renta 4, mirando al futuro. Y, al echar un vistazo al pasado, no puede evitar sentir cierto déjà vu con respecto al pasado verano, cuando el debilitamiento de China provocó también una intensa oleada de ventas. Como entonces, explica, "esperamos que funcionen los mismos catalizadores que apoyaron el rebote en octubre".
En concreto, la constatación de que el ciclo económico no está tan mal. "Mantenemos la idea de economías desarrolladas sólidas y China en aterrizaje suave. Y de que el precio del crudo más bajo durante más tiempo, un apoyo a los consumidores", detalla. Y el hecho de que los bancos centrales seguirán apoyando. "La Fed se tomará calma las subidas de tipos (contexto internacional, inflación inferior a lo esperado, salarios contenidos) y no descartamos nuevos estímulos del BCE (¿QE corporativo?) ante unos precios muy por debajo del objetivo del 2%".
Así, afirman: "Aprovechamos caídas en bolsa para aumentar posiciones", ante un escenario base de crecimiento económico y de resultados empresariales moderado, favorables condiciones financieras y valoraciones atractivas tras las últimas caídas: "Europa mejor que España hasta que se aclare el panorama político".
Por su parte, desde el Departamento de Análisis de Bankinter, consideran que "el mercado está a punto de capitular y no merece la pena vender a estos niveles… salvo que las caídas en Bolsa terminen afectando a la confianza, al consumo, al empleo y al propio ciclo. Pero aún no estamos ahí, vamos a darnos hasta finales de enero para decidir".
Estos expertos creen que el mercado no puede darse la vuelta a mejor mientras no se cumplan dos condiciones: estabilización del mercado chino ("va más lento e inseguro de lo que esperábamos, pero debería ir aterrizando poco a poco") y del petróleo ("tras el levantamiento de las sanciones a Irán podría retroceder hasta el entorno de los 20 dólares, donde seguramente tendría lugar la capitulación, de manera que esta variable todavía puede hacer más daño").
Finalmente, Link Securites reconoce que "es complicado encontrar factores que podrían cambiar la tendencia bajista que han adoptado las Bolsas en las últimas semanas. La temporada de presentación de resultados empresariales, que esta semana coge ritmo en Wall Street, podría ser ejercer de catalizador, siempre y cuando las compañías superen lo esperado por los analistas y se muestren positivas respecto al devenir de sus negocios".
La firma explica que si las cifras baten las expectativas y muestran solidez, "el elevado nivel de sobreventa que presentan muchos valores y las valoraciones de muchos otros, que comienzan a ser ya atractivas, podrían facilitar un rebote importante. Por el contrario, una ‘pobre’ temporada entendemos que aceleraría la corrección, siendo factible que se llegue a la fase de capitulación, en la que muchos inversores optan por deshacer posiciones para evitar males mayores".