Han pasado ocho años desde el inicio de la crisis financiera y el país parece recuperado. Aun así, lejos han quedado esas tasas de desempleo del 4,5% y de crecimiento del 4% anual, en gran parte motivadas por la expansión del crédito. Según José E. González, directo de SG Asset Managment, Estados Unidos no está utilizando […]
Dirigentes Digital
| 05 ago 2014
Han pasado ocho años desde el inicio de la crisis financiera y el país parece recuperado. Aun así, lejos han quedado esas tasas de desempleo del 4,5% y de crecimiento del 4% anual, en gran parte motivadas por la expansión del crédito. Según José E. González, directo de SG Asset Managment, Estados Unidos no está utilizando "toda su capacidad y no tiene el dinamismo al que nos había acostumbrado en el pasado. No estamos en un proceso recesivo, pero no se siente como un boom. La bolsa de valores sube pero no contenta a los inversores. Es lo que llaman un unhappy rally".
Según González, los rescates fiscales y monetarios han reducido os tipos de interés a niveles muy bajos, por lo que no hay un estímulo ni para invertir, ni para ahorrar. Como consecuencia, bancos y compañías, en vez de invertir en expansión e empleo, retienen el capital. El resultado es un conjunto de agentes económicos de cash, frente a los consumidores endeudados incapaces de librarse de la deuda. En este escenario, el principal afectado es el consumo, responsable del 75% del PIB estadounidense. "La buena noticia es que no hay malas noticias. La mala noticia es que no hay buenas noticias", resume González.
Los matices del crecimiento
En cifras, según el fondo monetario internacional (FMI), se prevé que Estados Unidos crezca este año un 2,8% y el próximo año un 3%. Por su parte, en su último informe de perspectivas económicas, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) asegura que el país se recuperará con fuerza en el segundo trimestre, mientras se desvanecen los efectos adversos del invierno, aunque las presiones inflacionarias seguirán predominando durante 2015. Estas son las cifras globales, veamos los matices.
En sus últimas reuniones, la Reserva Federal ha anunciado que los "recientes indicadores sugieren un repunte y que la economía ha vuelto a una trayectoria de crecimiento moderado". ¿En donde ve la FED los brotes verdes? En el alza de las ventas de automóviles, la mayor producción de la industria aeroespacial, el aumento del consumo de energía aparte de las fábricas y la mayor demanda por parte de clientes en Europa. No obstante, algunos miembros del Banco Central estadounidense reconocen algunas "fuentes de riesgo" como la "desaceleración del sector inmobiliario y potenciales acontecimientos internacionales", es decir, la ralentizacion del crecimiento de China y el aumento de las tensiones geopolíticas en Rusia y Ucrania.
A estas amenazas al crecimiento, la presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, ha añadido una mas: el sector financiero. No anda desencaminada. El índice CAPE (Cyclically Adjusted Price to Earnings Ratio) ha confirmado una sobrevalorización del mercado. Cuanto mayor es el CAPE, menor rentabilidad habrá que esperar durante los próximos años. En el caso de S&P 500, se encuentra en 25,3, más de un 50% por encima de su medida histórica de 15,6. Por lo tanto, los retornos esperados del índice durante los próximos 5 año serán tan sólo del 2,7%, después de ajustar el efecto de la inflación.
Puede leer el reportaje completo en nuestra revista DIRIGENTES de julio y agosto.