Si no hay analogías suficientes con las discusiones con Grecia sobre una partida Poker, el ministro de Finanzas de Alemania, Wolfgang Schäuble, ha dicho antes de partir de la reunión con sus homólogos europeos, que Grecia está jugando una partida que le valió para ganar las elecciones, pero lo hace de manera irresponsable. Pocas veces […]
Dirigentes Digital
| 16 feb 2015
Si no hay analogías suficientes con las discusiones con Grecia sobre una partida Poker, el ministro de Finanzas de Alemania, Wolfgang Schäuble, ha dicho antes de partir de la reunión con sus homólogos europeos, que Grecia está jugando una partida que le valió para ganar las elecciones, pero lo hace de manera irresponsable. Pocas veces transciende el choque de posturas de los ministros, pero esta vez utilizan los medios de comunicación para lanzarse dardos envenenados.
Schäuble se mostró poco optimista y advirtió a Atenas que para seguir recibiendo ayuda financiera, Grecia tendrá que asegurar sus medios suficientes para financiar sus propios compromisos, pero "no hay indicios de que vayan a presentar una propuesta convincente".
La expectativa para que hoy se consiga un acuerdo para convencer a Grecia de que pida una extensión del rescate, que evite la quiebra del país, parece una quimera. El ministro de Finanzas heleno, Yannis Varoufakis, ha escrito en las páginas del Wall Street Journal que "las líneas que hemos presentado como rojas no se cruzarán", en referencia a una prolongación de las ayudas financieras, "de lo contrario, no serían auténticamente rojas, sino simplemente un farol".
El ministro ha insistido en que seguirá adelante "sean cuales sean las consecuencias" de estos acuerdos, que califica como "equivocados para Grecia y equivocados para Europa". El objetivo de los socios del euro es que Grecia acepte las actuales condiciones del rescate y de esta manera se desbloqueen 7.000 millones, que permita a Grecia a afrontar los vencimientos más urgentes y conceder más ayudas. Por su parte el Ejecutivo griego, quiere un crédito puente para volver a negociar las nuevas ayudas con mejores condiciones. "No más préstamos, no hasta que tengamos un plan creíble para hacer crecer la economía con el fin de devolver estos créditos, ayudar a la clase media a ponerse de nuevo en pie y hacer frente a la espantosa crisis humanitaria", ha explicado Varoufakis, "estamos pidiendo unos cuantos meses de estabilidad financiera que nos permitan embarcarnos en la tarea de reformas que la población griega en su conjunto pueda apoyar y apropiarse, de forma que podamos volver al crecimiento y acabar con la incapacidad de pagar nuestras deudas".