Es precisamente al calor de las políticas ultraexpansivas, de tipos de interés cero (o casi), al que se han incrementado las emisiones de empresas que, ante estas condiciones casi sin precedentes, han acudido al mercado en busca de financiación a un coste muy bajo, aún cuando no todas cuentan con el respaldo de un balance […]
Dirigentes Digital
| 09 feb 2016
Es precisamente al calor de las políticas ultraexpansivas, de tipos de interés cero (o casi), al que se han incrementado las emisiones de empresas que, ante estas condiciones casi sin precedentes, han acudido al mercado en busca de financiación a un coste muy bajo, aún cuando no todas cuentan con el respaldo de un balance lo suficientemente sólido que lo justifique. Así, por ejemplo, Icahn dedicaba una parte de su polémico vídeo "Danger Ahead" ("Peligro a la vista") a la deuda high yield, que tuvo el honor de compartir espacio con su apoyo a Donal Trump, en cuya hipotética administración querría ser secretario del Tesoro. Afirmaba en el mismo vídeo que la extrema flexibilidad monetaria mantenía al inversor medio en la dicotomía de elegir entre riesgo y riesgo, "sin un lugar al que acudir más allá de la renta variable o los ‘bonos basura’".
Estos últimos activos, sostenía, son "extremadamente arriesgados y se venden en masa al público, que no entiende realmente lo que está comprando".
Asimismo, destacaba que si se produce un problema real en la economía y llegan "las carreras a la salida para deshacerse de esta deuda" van a encontrar que no existe un mercado para ello.
Sequía y burbujas
Este vídeo veía la luz en septiembre y en los últimos tiempos la cuestión de la liquidez del high yield despierta más dudas que certezas. Se ha comenzado a temer el estallido de una burbuja, con todo lo que ello conlleva. Sin embargo, como siempre dice José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España, "las burbujas sólo se conocen cuando estallan". Así, los expertos optan por dejar claro que casos como el de Third Avenue son más bien puntuales y, es más, pueden servir de lección sobre cómo invertir en este tipo de activos.
Es más, desde Morningstar explicaban que la focalización en deuda distressed (con dificultades) y una cartera concentrada han hecho que este producto sea especialmente vulnerable a la crisis de liquidez. "Es improbable que otros fondos más diversificados y de mayor calidad sigan su camino, ya que no invierten en valores tan ilíquidos como este fondo", concluían.
En este sentido, Bankinter recomienda a los inversores alejarse de los segmentos de bonos sobrevalorados con un muy alto riesgo de falta de liquidez. "El subsector de petróleo/ energía presenta un riesgo adicional de impagos ante una cotización del crudo a niveles mínimos de los últimos diez años que hace no rentables las inversiones en Exploración y Producción".
La sangría del petróleo
Las réplicas del terremoto que está suponiendo el hundimiento del "oro negro" se han sentido con virulencia, como no podía ser de otra forma, en las economías de los países productores, pero también han recorrido las Bolsas, las divisas y, especialmente, el mercado de deuda high yield estadounidense, pues una buena parte de los emisores de este tipo de deuda pertenecen a la "doliente" industria petrolera.
Según datos de la agencia de calificación crediticia Standard & Poor’s (S&P), el número de suspensiones de pagos corporativas alcanzó en 2015 el mayor nivel en los últimos seis años. Y fueron precisamente las empresas del sector de crudo y gas las más afectadas.
"Estamos llegando a un punto en el que los efectos negativos de un precio del petróleo tan barato empiezan a superar a los efectos positivos", afirma Roberto Ruiz-Scholtes, responsable de UBS Wealth Managent en España. A su juicio, estos precios están poniendo en riesgo la viabilidad financiera de las compañías petroleras, "sobre todo las de menor calidad crediticia o las más están ligadas al fracking, y eso ha disparado los diferenciales crediticios en Estados Unidos, especialmente en high yield, que como es una clase de activo que se mueve por fondos y certificados, cuando los inversores se preocupan acaban vendiéndolo todo".
Puede leer el reportaje completo en la revista DIRIGENTES del mes de febrero