Oryzon, que desarrolla moléculas experimentales en el campo de la oncología y de las enfermedades neurodegenerativas en un área denominada epigenética, ha emitido 4,9 millones de acciones nuevas a 3,39 euros por acción, el precio al que previsiblemente comenzará a cotizar, en una colocación entre inversores cualificados.

"Hemos pedido los fondos para incrementar la rapidez de los desarrollos clínicos, incrementar el número de ensayos clínicos que podemos hacer, es decir, disminuir el riesgo tecnológico de las moléculas y acelerar el proceso de implantación en Estados Unidos", dijo su consejero delegado y fundador, Carlos Buesa, en un encuentro con periodistas.

Según Reuters, la biotecnológica tiene previsto dar el salto al Mercado Continuo español mediante la modalidad de "listing", para acelerar sus planes de crecimiento e internacionalización, en un paso intermedio antes de alcanzar su objetivo a medio plazo: llegar a cotizar en el Nasdaq de Estados Unidos. En la modalidad de listing la empresa sale a bolsa sin que haya un cambio de propiedad en ninguna acción previo a la cotización (como sí sucede en las OPS y OPV), y solo una vez en el mercado los antiguos dueños pueden comenzar a vender títulos.

La ampliación de capital ha diluido la participación de los dos fundadores, Carlos Buesa y Tamara Maes, de un 32,8% a un 26,30% (un 13,15% cada uno). Ambos tienen firmado un compromiso de lock-up de un año tras la salida al mercado. Además, el fondo de capital riesgo Najeti, cuyo compromiso de lock-up es de seis meses, pasa a controlar un 24,6% tras la ampliación (desde una participación del 30,7%).

Entre los nuevos accionistas que han entrado en la ampliación de capital están el fundador de Invitrogen y consejero delegado de Active Motif y el Instituto Català de Finances. El "free-float" (los más de 100 accionistas del grupo que tienen menos de un 3%) de Oryzon rondará el 30%, dijo Buesa.

La empresa cerró 2014 con unos ingresos de 13,1 millones de euros y un beneficio neto de 6,6 millones de euros, tras firmar ese año su primer acuerdo de licencia con la multinacional Roche, por 21 millones de dólares y distintos hitos de desarrollo por hasta 500 millones de euros por su molécula OLY1001 contra la leucemia mieloide aguda.