¿Nos sentamos y evaluamos cuál es su estado? ¿Nos preocupamos en el caso de los pequeños negocios si se habla bien de nosotros en el barrio? ¿Tenemos una buena o mala reputación? Nos deberíamos preguntar qué cosas hacemos en nuestra vida normal que creemos importantes y no hacemos o no consideramos importantes en nuestras empresas, […]
Dirigentes Digital
| 19 jul 2016
¿Nos sentamos y evaluamos cuál es su estado? ¿Nos preocupamos en el caso de los pequeños negocios si se habla bien de nosotros en el barrio? ¿Tenemos una buena o mala reputación?
Nos deberíamos preguntar qué cosas hacemos en nuestra vida normal que creemos importantes y no hacemos o no consideramos importantes en nuestras empresas, por ejemplo, el cuidar cómo nos ven la gente cuando queremos conseguir un objetivo. ¿Cuidamos las maneras al acercarnos alguien cuando queremos pedir algo? O cuando queremos buscar pareja, ¿no nos hacemos la pregunta de cómo quiero que me vean? Intentaré arreglarme, decidir qué ropa ponerme, qué peinado, qué colonia… buscamos destacar, gustar, hacer más visibles las cualidades que yo considere que son mi fuerte. Es de sentido común, ¿no?
La marca no es algo menor, es un activo extremadamente importante en cualquier tipo de negocio, sea una gran multinacional o pequeño negocio de barrio. Es imprescindible tener una marca relevante y de prestigio, cuidándola de forma constante. Si no lo haces, corres serio riesgo de que tu marca quede desposicionada y obsoleta, al mismo tiempo que peligrarán los resultados de tu negocio.
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