La revelación de que la empresa brasileña Odebrecht practicó sobornos en Perú ha impactado en los planes de infraestructura que el presidente Pablo Kuczynski se había propuesto ejecutar en su mandato (2016-2020). A punto de cumplir su primer año, el Gobierno ha reducido la meta inicial de expansión del PIB de 4,5% a un 3% […]
Dirigentes Digital
| 23 jun 2017
La revelación de que la empresa brasileña Odebrecht practicó sobornos en Perú ha impactado en los planes de infraestructura que el presidente Pablo Kuczynski se había propuesto ejecutar en su mandato (2016-2020). A punto de cumplir su primer año, el Gobierno ha reducido la meta inicial de expansión del PIB de 4,5% a un 3% este año y busca ayuda para acelerar obras que ya están en marcha y arrancar otras. El escándalo Odebrecht, sin embargo, no es la principal dificultad, sino una más de las que viene enfrentando el Gobierno para poner en marcha la “revolución económica y social” que proclamó al asumir el cargo. Suspensiones El país esperaba ver en estos dos primeros semestres el arranque de un movimiento ostensible en los sectores de minería e infraestructura para complementar los beneficios que espera de un ajuste fiscal que está implementando. Pero en enero debió suspender el Gasoducto del Sur y en mayo, el aeropuerto de Chinchero. La primera suspensión (obra de 7.000 millones de dólares, adjudicada a Odebrecht) se debió a que la financiación de Odebrecht era insuficiente, según una auditoría. La segunda (520 millones de dólares), por objeciones al contrato con el ganador (Kuntur Wasi, ganador durante el gobierno previo). Sólo esas dos obras aportarían entre un 0,5 y un 0,8% al PIB peruano este año, según había calculado el ministro de Economía, Alfredo Thorne. Sin ellas, las expectativas ahora recaen sobre la nueva licitación, ya anunciada para ambos casos. Por aire y tierra La relevancia del aeropuerto radica en su proximidad a Machu Picchu, principal destino de Perú. Extranjeros y residentes aportaron 4.000 millones de dólares en 2016, según el ministerio del Turismo, que ya negoció vuelos hacia allí con Ryanair, Interjet, Plus Ultra y British Airways. “No podemos esperar más. Este aeropuerto es fundamental”, dijo Kuczynski el 12 de junio, después de visitar España. “Hemos enfrentado acontecimientos inesperados, pero en el segundo semestre se viene una curva ascendente de crecimiento”, dijo el mandatario. La explicación de su optimismo: “Estamos hablando con varias empresas españolas que ya han invertido en el Perú y van a invertir más”, dijo a su paso por Madrid, cuando se reunió con Mariano Rajoy para tratar también una agenda bilateral. El apoyo español “Queremos que España nos ayude siendo nuestra embajadora aquí en Europa”, resumió Kuczynski, que estima en 25.000 millones de dólares el costo de los aeropuertos, puertos, carreteras, ferrovías, gasoducto y obras hídricas que ha proyectado. Por lo pronto, ACS y FCC (españolas ganadoras, junto con las italianas Impregilo y Ansaldo, del metro 2 de Lima) ya han dado una señal de ese apoyo al comprometerse a “acelerar las obras” que conquistaron, un trazado de 27 kilómetros. De 2014 a hoy, cuando el metro ya debía estar terminado, las empresas han construido 5 kilómetros. No se informó, en tanto, cuál es el nuevo plazo, que ya lleva un atraso de 2 años.