Tradicionalmente, las personas mayores han sido el grupo social más vulnerable a la pobreza. Pero la crisis económica ha puesto a los niños muy por encima de ellas. De forma paradójica, los mayores de 65 años se han convertido en el colchón de muchas familias gracias a que las pensiones se han mantenido como unos ingresos fijos en una caída de precios generalizada. El paro se ha cebado con los padres y madres de niños dejándolos desprotegidos.
Desde el inicio de la crisis, muchas familias han visto como su renta menguaba por culpa del paro, que afecta a casi 5,5 millones de personas y más de un millón de hogares sin una fuente de ingreso. A la mayoría a ajustes drásticos en la economía familiar y a tirar de amigos y familiares, que terminan teniendo serias consecuencias en la vida y de desarrollo de los más pequeños. Se han disparado los indicadores de pobreza y exclusión social, alertando que las primeras víctimas son los niños.
España se ha convertido en el tercer país del mundo desarrollado donde más ha crecido la pobreza infantil en los últimos años, desde que empezó la crisis en 2008, solo por detrás de Estados Unidos y México. Un reciente informe de Unicef, Los niños de la recesión, dice que 800.000 niños españoles han caído bajo el umbral de la pobreza.
El documento califica a este fenómeno de emergencia nacional, y sitúa a España entre los países donde todos los indicares muestran signos más preocupantes, junto a Croacia y Grecia. En la referencia principal, España ocupa el tercer puesto la tasa de pobreza infantil más alta hasta el 36,3% de los 41 países analizados. Se constata que los menores han sufrido más donde la crisis económica ha golpeado con más fuerza, el sur de Europa, Irlanda e Islandia. En estos lugares la pobreza infantil creció entre 10 y 20 puntos, un incremento superior al 50%.
España ocupa el tercer puesto la tasa de pobreza infantil más alta
La OCDE en su último informe presentado en marzo, advirtió que España es el país donde más han aumentado las desigualdades sociales. Además, aparece España entre los países donde más se han reducido las prestaciones familiares desde 2008. Está a la cabeza en abandono escolar y es el país europeo, junto con Grecia, donde más presupuesto se destina en los hogares a cubrir los gastos de la vivienda. El porcentaje de niños que viven en hogares que gastan más del 40% de los ingresos disponibles en costes de la casa -lo que impide que los padres puedan permitirse otras actividades culturales o de tiempo libre- es de un 20,5% en España, mientras que la media de la UE es de un 11%.
Todo ello supone un cóctel explosivo para sacar a los niños de la pobreza. Hasta la Comisión Europea ha lanzado una sería alerta al mostrarse muy preocupada por el incremento de los indicadores de pobreza infantil en España. Los recortes han llegado a las ayudas destinadas a menores. En 2010, se eliminó el cheque bebé y las asignaciones por hijos menores de 3 años para familias con pocos recursos. El porcentaje del presupuesto de protección social que se destina a las familias y los niños se redujo del 5% al 3,5% entre 2008 y 2011. Por no hablar de la falta de medios de los servicios sociales de las Comunidades Autónomas.
España se queda a la cola, junto con Grecia, en capacidad de reducir la pobreza infantil con ayudas sociales, denuncia Save The Children. "Antes de las prestaciones sociales el porcentaje de niños que viven bajo el umbral de la pobreza es de un 36,8%, después de las prestaciones, de un 29,9%. Las ayudas sociales tan sólo reducen la pobreza infantil en un 6,9%. Si nos comparamos con Irlanda, un país que ha sufrido una situación económica similar a la de España, sus prestaciones sociales han conseguido reducir la pobreza infantil en 32 puntos, pasando de un 49,1% de niños en riesgo de pobreza a un 17,1%", describe la ONG, la situación en el país.
Los recortes afectan a las ayudas
La protección que debería ofrecer el Estado de un país ahora mismo está en manos de ONG, asociaciones o la iniciativa personal. Muchos colegios de toda España han decidido dejar abiertos sus comedores durante Navidad gracias a la ayuda de bancos de alimentos y asociaciones. Organizaciones como Cáritas constatan esta realidad. En cinco años han multiplicado por casi tres el número de personas atendidas, en su mayoría familias, una cifra revelada en su VII Informe del Observatorio de Realidad Social.
"Garantizar la protección de los niños y las niñas frente a la pobreza es una obligación legal de los Estados. Como medida de urgencia, pedimos al Gobierno ampliar la prestación para familias con niños a su cargo ampliando los baremos de renta por los que se concede esta prestación para incluir a todas las aquellas familias que estén bajo el umbral de la pobreza, posibilitando que se pueda compaginar con otras ayudas estatales o autonómicas, mensual en lugar de semestral", demanda Andrés Conde, Director General de Save the Children.