"Una vez más, los conservadores se alinean detrás de las grandes empresas y en contra de los trabajadores. Esta última amenaza afectará a los trabajadores sobre su derecho fundamental de defender a un salario justo", dijo Len McCluskey, el líder del principal sindicato británico, Unite, quien añadió que la manera de resolver este tipo de […]
Dirigentes Digital
| 25 ene 2015
"Una vez más, los conservadores se alinean detrás de las grandes empresas y en contra de los trabajadores. Esta última amenaza afectará a los trabajadores sobre su derecho fundamental de defender a un salario justo", dijo Len McCluskey, el líder del principal sindicato británico, Unite, quien añadió que la manera de resolver este tipo de conflictos es a través de negociaciones, pero no intimidando y silenciando la legislación.
"La manera de mejorar es modernizando la votación. Es algo que los sindicatos hemos pedido en repetidas ocasiones, pero hemos sido ignorados por los conservadores, que están decididos a hacer retroceder los derechos de las personas que trabajan", defendió McCluskey.
Desde la Confederación británica de sindicatos TUC, su secretario general, Frances O’Grady, subrayó que los conservadores saben que con este umbral terminará el derecho a las huelgas en el sector público. "Ninguna democracia en otras partes del mundo tiene este tipo de. Es un atropello democrático, especialmente porque los conservadores se han opuesto a permitir la votación segura y secreta en Internet", explicó O’Grady en un comunicado.
Para la Confederación británica de sindicatos TUC, el problema se basa en que el Gobierno planea deshacerse de un millón de empleos en el sector público y reducir el valor de los salarios del sector público cada año si ganan las elecciones, por lo que esta medida tiene el fin de hacer imposible que los trabajadores del sector público se resistan a los cambios.
Por su parte, el ministro británico de Transporte, Patrick McLoughlin, defendió esta medida, afirmando que servirá que los dirigentes sindicales tomen "al país como rehén" con una pequeña proporción de afiliados "Es justo que los derechos de los sindicatos se equilibren con los de los contribuyentes que trabajan duro y dependen de ciertos servicios públicos clave", dijo McLoughlin.
McLoughlin dio el ejemplo de la huelga de autobuses celebrada ayer en Londres, en la que solo un 16% de los miembros votaron a favor de su celebración. "Menos de la mitad de los miembros del sindicato votaron en las 102 votaciones de huelga entre agosto de 2010 y diciembre de 2014. Casi tres cuartas partes habrían sido nulas en virtud de estos umbrales propuestos" defendieron los conservadores.