BNP Paribas Personal Investors ha presentado hoy sus previsiones para los próximos meses, en un entorno tremendamente complicado para los inversores, ante las divergencias en política monetaria entre Europa y EEUU y la elevada volatilidad en los mercados de renta fija. Pero uno de las conclusiones más curiosas del escenario que manejan es la descorrelación […]
Dirigentes Digital
| 18 jun 2015
BNP Paribas Personal Investors ha presentado hoy sus previsiones para los próximos meses, en un entorno tremendamente complicado para los inversores, ante las divergencias en política monetaria entre Europa y EEUU y la elevada volatilidad en los mercados de renta fija.
Pero uno de las conclusiones más curiosas del escenario que manejan es la descorrelación entre la evolución macroeconómica y los principales índices bursátiles. También en España, donde Ponte recuerda que "la subida del 6,4% experimentada por el Ibex 35 en la primera mitad del año implica un crecimiento del PIB por debajo del 1%".
Es decir, el escenario macro que manejan para España, con un crecimiento estimado para el conjunto de 2015 del 2,6%, y del 2,7% en 2017, debería haber favorecido un repunte mucho mayor del selectivo, hasta rozar los 12.300 puntos a cierre del año.
Sin embargo, los factores externos como la crisis griega (para la que esperan un acuerdo de mínimos que suponga una nueva patada hacia adelante el 30 de junio) o el peso de Latinoamérica en el selectivo, especialmente por los problemas en Venezuela, ha provocado que las revisiones para el selectivo se reduzcan hasta los 11.900 puntos. También la incertidumbre política que podría poner freno a ciertas inversiones. "La evolución del Ibex va muy ligada a la inversión extranjera en España", recuerda Estefanía Ponte.
Ojo con la renta fija
En renta fija, los expertos aconsejan máxima precaución, en un momento en el que la volatilidad se ha adueñado del mercado, provocando un nuevo repunte de las tires que, a juicio de la firma, no resulta sostenibles. "Por macro, las tires entre el 1% y el 1,5% estarían justificadas, pero no por el papel que el Banco Central Europeo está jugando en el mercado", recuerdan los expertos.
Según los cálculos del FMI, el volumen de emisiones de deuda se va a reducir este año un 13%. Y BNP Paribas Personal Investors calcula que las compras del organismo monetario suponen un 7% del saldo vivo actual. "Vamos a ver una reducción del papel del 20%", explican. Así, consideran que el repunte de las tires tomará el sentido contrario, pudiendo ver el bund de nuevo en niveles más próximos al 0,5%.
Además, recuerdan que "la liquidez en el mercado de bonos ha disminuido mucho, porque entre otras cosas, los bancos no quieren mover carteras a la espera de la avalancha regulatoria".
¿Hacia dónde va la maccro?
Los expertos consideran que los dos elementos que decidirán los movimientos del mercado a partir de ahora son la macroeconomía y la política monetaria. Y para elaborar sus previsiones, trabajan bajo un escenario marcado por la evolución del precio del petróleo y del tipo de cambio euro/dólar.
Respecto al crudo, desde la firma apuestan por una media de entre 60 y 65 dólares, una caída que obligaría a una corrección al alza de las expectativas de inflación. Para el euro, marcan un rango de entre 1,15-1,20. En este escenario, Ponte considera que un dólar fuerte no va a hacer temblar el pulso de la Fed a la hora de subir tipos el próximo mes de septiembre. "En las exportaciones estadounidenses pesa más la recuperación de sus socios comerciales que el dólar", explican desde la firma.
Así, y tras la última reunión en la que Janet Yellen anticipó dos subidas de tipos este año, desde BNP Paribas Personal Investors consideran que este movimiento llegará en septiembre. "Uno de los datos que más se van a tener en cuenta para tomar la decisión es el índice de coste del empleo, clave en unos salarios que ya están repuntando y que presionan por tanto a la Fed. Si repuntan los salarios, también lo hace la inflación", recuerda Ponte.
Respecto a la eurozona, los expertos también se muestran positivos, explicando que "el QE del Banco Central Europeo (BCE) sí ha sido efectivo". Para demostrar su teoría, se apoyan en la depreciación del euro que ha ayudado a impulsar las exportaciones, y una mejora en las condiciones crediticias, así como el abaratamiento de la financiación empresarial".