El Fondo Monetario Internacional (FMI) centra buena parte del último Informe de Estabilidad financiera en la liquidez. O mejor dicho, en el riesgo de iliquidez especialmente ante shocks. Y todos somos los conscientes de los potenciales riesgos de shocks que tenemos en el horizonte. El riesgo de iliquidez en los mercados es derivado en parte […]
Dirigentes Digital
| 23 sep 2015
El Fondo Monetario Internacional (FMI) centra buena parte del último Informe de Estabilidad financiera en la liquidez. O mejor dicho, en el riesgo de iliquidez especialmente ante shocks. Y todos somos los conscientes de los potenciales riesgos de shocks que tenemos en el horizonte.
El riesgo de iliquidez en los mercados es derivado en parte del elevado apalancamiento. También, de la elevada incertidumbre a futuro que lleva a un mercado tendencial, concentrado y al mismo tiempo muy correlacionado. Por no hablar de la regulación sobre la banca que limita que asuman riesgos.
En definitiva, un mal funcionamiento del mercado: precios, asignación de recursos y coberturas. Los mismos riesgos ("crear mercado") que llevaron a los bancos centrales a actuar directamente al mercado desde 2009.
¿Por qué no ha salido bien? Al final, no sólo hay un debate sobre la efectividad de estas actuaciones para luchar contra la deflación de forma sostenida (y propiciar un crecimiento también sostenible) como tampoco está del todo claro que hayan realmente propiciado un mercado más líquido y profundo.
¿Cómo luchar contra este riesgo de liquidez? Precisamente, facilitando el subyacente (recuperación económica sostenible) al mismo tiempo que se actúa con mucha cautela por las autoridades monetarias de forma que su actuación no propicie a corto plazo un shock como el que mencionaba al principio.
José Luis Martínez Campuzano es Estratega de Citi en España.