Durante una semana, el presidente japonés estuvo visitando Mongolia, Turkmenistán, Tayikistán, Uzbekistán, Kirguizistán y Kazajistán. ¿Por qué le interesa ahora a Japón estrechar lazos con los países de Asia Central? Según explicaba el diario Japan Times, los observadores políticos consideran que la visita de Abe a estos países está dirigida a contrarrestar la creciente influencia […]
Dirigentes Digital
| 17 nov 2015
Durante una semana, el presidente japonés estuvo visitando Mongolia, Turkmenistán, Tayikistán, Uzbekistán, Kirguizistán y Kazajistán. ¿Por qué le interesa ahora a Japón estrechar lazos con los países de Asia Central?
Según explicaba el diario Japan Times, los observadores políticos consideran que la visita de Abe a estos países está dirigida a contrarrestar la creciente influencia que está ganando China en la zona. De hecho, la inversión extranjera que ha realizado China ha crecido un 16,4% en los 10 primeros meses del año, hasta los 95.210 millones de dólares. Gran parte de esta inversión ha ido dedicada al proyecto de la Nueva Ruta de la Seda de China, con la que el gobierno chino busca aumentar la presencia de sus empresas imitando el atniguo circuito comercial que reocrría Asia, África y Europa. Y entre los países a los que más inversión ha ido destinada de este proyecto se encuentra, por ejemplo, Kazajistán.
Ante la creciente influencia de China (y también de Rusia) en estos países, Japón ha decidido buscar un hueco y potenciar sus relaciones comerciales. Durante la visita de Abe a Kazajistán, el primer kazajo, Nursultán Nazarbáev anunció que Japón había invertido cerca de 5.000 millones de dólares, entre los que se encuentran 700 millones destinados a construir la primera central nuclear del país.
Abe explicó en la capital kazaja que "el Gobierno japonés impulsará la inversión privada y apoyará la construcción de infraestructuras así como el desarrollo de recursos humanos". "De esta manera, las oportunidades de negocio superarán los 3.000 billones de yenes" (unos 23.000 millones de euros), explicó Abe durante su visita.
De hecho, Kazajistán tiene abundantes reservas de uranio y es rico en otros recursos naturales, como petróleo y tierras raras. Ante esta oportunidad, Japón quiere convertirse en un socio estratégico del país asiático, y ya ha enviado 1.200 millones de dólares en ayuda financiera. Según el presidente kazajo, el intercambio comercial en 2013 y 2014 entre ambos países alcanzó los 2.000 millones de dólares. "Varias compañías importantes de Japón están trabajando en Kazajistán, hay 50 empresas conjuntas registradas hoy día, han sido realizados seis proyectos conjuntos por más de 700 millones de dólares", señaló Nazarbáev al agregar que se están promoviendo otros 10 proyectos por el mismo importe.
Otro de los focos de Japón en Asia Central es Turkmenistán, el cuarto mayor exportador mundial de gas natural. El grupo Mitsubishi espera cerrar pronto la construcción de una planta para procesar gas natural valorada en unos 4.100 millones de dólares según el diario Nikkei. También Mitsubishi junto a Sumitomo Corporation tienen previsto construir una planta termoeléctrica por valor de 333 millones de dólares.
El contrato más importante que busca Japón en Turkmenistán es el que quiere cerrar la firma de ingeniería JFC y otros cuatro socios para crear una planta de purificación asociada al segundo yacimiento gasístico más grande del mundo por valor de más de 8.000 millones de dólares.
Por último destaca también el interés de Mitsubishi por Uzbekistán, en el que quiere formalizar un acuerdo de 917 millones de dólares para levantar una instalación que convierta gas natural en fertilizante. Toyota Tsusho también quiere concursar para desarrollar fibra óptica por valor de 83 millones de dólares.