Portugal está aún recuperándose de dos rescates bancarios en 2014 y 2015 que han socavado la confianza inversora del país. CGD, el mayor banco por activos, necesita reforzar su capital por la masiva morosidad en sus cuentas. El gobierno lleva meses negociando con Bruselas para que cualquier inyección no se considere ayuda estatal y no […]
Dirigentes Digital
| 24 ago 2016
Portugal está aún recuperándose de dos rescates bancarios en 2014 y 2015 que han socavado la confianza inversora del país. CGD, el mayor banco por activos, necesita reforzar su capital por la masiva morosidad en sus cuentas.
El gobierno lleva meses negociando con Bruselas para que cualquier inyección no se considere ayuda estatal y no cuente como déficit presupuestario, que Lisboa ha prometido recortar al 2,5 por ciento del PIB en 2016 desde el 4,5 por ciento del año pasado.
Una portavoz de la Comisión Europea dijo que la recapitalización planeada se produciría en términos de mercado, con unos retornos esperados para el Estado lo suficientemente altos para que no se considere ayuda estatal. El plan tiene como objetivo devolver al banco unas cuentas saneadas a largo plazo a través de recortes, mejora de eficiencia y medidas para reducir el riesgo, dijo la portavoz.
La comisaria de Competencia de la Unión Europea, Margrethe Vestager, "alcanzó anoche un principio de acuerdo con las autoridades portuguesas sobre el camino para permitir la recapitalización de CGD en términos de mercado", dijo la portavoz.
El plan aún tiene que ser formalizado y aprobado por el Colegio de Comisarios. Bajo los términos del acuerdo, Portugal inyectará hasta 2.700 millones de euros de capital a CGD, transfiriendo sus acciones de ParCaixa a CGD y convirtiendo 900 millones de euros de bonos contingentes convertibles (CoCo) en recursos propios. CGD también se ha comprometido en levantar 1.000 millones de euros de capital a través de deuda subordinada, lo que significa que inversores privados podrían ayudar a incrementar los recursos propios del banco sin convertirse en accionistas.
La última vez que CGD recibió fondos estatales fue en 2012 cuando le inyectaron 1.650 millones de euros euros a través de bonos contingentes convertibles. Otros bancos portugueses también recibieron ayuda estatal a través de esta vía y ya han devuelto la mayor parte de los préstamos al gobierno informa Reuters.
El banco registró pérdidas netas de 205 millones de euros en el primer semestre del año debido a provisiones por la alta morosidad. El gobierno en junio ordenó una auditoría independiente de CGD, después de acusaciones de irregularidades en la concesión de préstamos.