Nuevos parámetros, para las elecciones. Tradicionalmente, en la España democrática funcionaba el eje izquierda-derecha. Pero la aparición de Podemos y Ciudadanos ha introducido nuevas variables en la política, como vieja y nueva política, que mete en el mismo saco a PP y PSOE. No en vano, ambas formaciones tienen sobre sus hombros la herencia de […]
Dirigentes Digital
| 18 dic 2015
Nuevos parámetros, para las elecciones. Tradicionalmente, en la España democrática funcionaba el eje izquierda-derecha. Pero la aparición de Podemos y Ciudadanos ha introducido nuevas variables en la política, como vieja y nueva política, que mete en el mismo saco a PP y PSOE. No en vano, ambas formaciones tienen sobre sus hombros la herencia de los peores años económicos de la historia reciente de España. A los socialistas por chocarse de frente con una crisis, que negaron hasta que estalló en sus narices. Y a los populares de continuar con recortes y ajustes. Ambos caminos se cruzaron con el acuerdo para reformar la Constitución y blindar las cuentas públicas por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos.
Por primera vez los dos partidos se presentan a unas elecciones con una fuga de voto en su electorado cautivo, pero en circunstancias muy distintas. El PP llega como fuerza en el poder desgastado por la corrupción y la crisis. Y el PSOE en una travesía por el desierto desde que Zapatero abandonara La Moncloa con un intento de rejuvenecerse con un reciente secretario general. Las encuestas dicen que el PP se mantendrá como fuerza más votada, pero lejos de la mayoría que atesoró en la pasada legislatura, mientras los socialistas están a tiro de piedra de terminar engullidos por las nuevas formaciones.
Nunca antes los dos partidos se habían encontrado en una tesitura parecida, a la vez se encuentra en la misma orilla defendiendo el bipartidismo de la tradición política, con enemigos comunes, y a la vez más enfrentados ideológicamente que nunca. El PP se presenta con el aval de su gestión económica, de haber sacado al país de la crisis con sus políticas, y prometiendo generación de empleo, bajada de impuestos y estabilidad. Mientras el programa del PSOE sigue el guion de desmontar las reformas que los populares han aplicado estos últimos años empezando por la reforma laboral y apostando por un giro en la política económica.
El resultado electoral es tan poco previsible, que lo mismo sus caminos se vuelven a cruzar para formar Gobierno. Mucho antes de la campaña ya flotaba en el aire la idea de una gran coalición a la alemana entre los dos grandes partidos. A pocas horas del cierre de campaña, volvió la idea a bajar a la arena política, ante el rechazo de Rajoy y Sánchez. PP y PSOE se entienden o tendrá que contar con las nuevas fuerzas para llegar al poder.