El pasado nueve de marzo la autoridad monetaria de la Zona Euro daba el pistoletazo de salida a su esperado plan de adquisiciones de bonos y desde entonces se ha hecho con 237.880 millones de euros. Recordemos que su objetivo es invertir 60.000 millones al mes, al menos hasta septiembre de 2016. Tras reunión de […]
Dirigentes Digital
| 30 jul 2015
El pasado nueve de marzo la autoridad monetaria de la Zona Euro daba el pistoletazo de salida a su esperado plan de adquisiciones de bonos y desde entonces se ha hecho con 237.880 millones de euros. Recordemos que su objetivo es invertir 60.000 millones al mes, al menos hasta septiembre de 2016.
Tras reunión de julio, el presidente del BCE, Mario Draghi, reiteró que este programa "está funcionando sin problemas" y quiso dejar claro una vez más que sus medidas de estímulo están están contribuyendo al crecimiento económico y a la mejora de los mercados de crédito. Asimismo, señalaba que la plena aplicación de las mismas llevará a los precios a la "meta" del 2%.
"El impacto macroeconómico del QE, de existir, necesitará tiempo para , afirman los analistas de Barclays. "Por otra parte, puede ser difícil aislar sus efectos del resto de políticas monetarias no convencionales desplegadas por el BCE en el último año, como el tipo de interés negativo para la facilidad de depósito, las inyecciones de liquidez a través de las ‘ventanas’ a la banca (los TLTROs) y las compras de títulos del sector privado (ABSPP y CBPP3)".
Con todo, basándose en la evolución de su índice de situación financiera (que incluye datos de crédito, bonos corporativos, tasas reales a corto plazo, rentabilidad de la deuda real a largo plazo, tipo de cambio efectivo real y riqueza financiera de las familias) muestra que las condiciones financieras se han relajado "drásticamente" desde el primer trimestre del año pasado, cuando el BCE dejó entrever su intención de llevar a cabo medidas de flexibilización cuantitativa (QE).
La firma recuerda que a finales de 2014, Draghi explicó que su intención era que el balance del Eurosistema alcanzase un nivel similar a de principios de 2012, es decir, ligeramente por encima de los tres billones. Tras revisar los indicadores basados en las herramientas desplegadas por el BCE hasta el momento, todos ellos se encuentran por ahora en línea o por encima de los objetivos de referencia.
El impacto en el tipo de cambio, "el más rápido en dar sus frutos", ha cumplido con las expectativas con un euro claramente debilitado respecto a sus pares, mientras que el efecto en la inflación aún no se ha notado, con los precios registrando apenas ligeros cambios, e incluso con cierta inclinación a la baja ante los renovados descensos del petróleo. Sin embargo, todos los indicadores sobre los tipos de interés de la deuda han mejorado con respecto al "antes del , también lo han hecho las tasas de los préstamos a sociedades no financieras.
"Todavía es muy pronto para medir las ‘consecuencias’ de la política monetaria adoptadas en el último año para la economía, ya que hacen falta entre 12 y 18 meses para apreciar los efectos", pero, en una primera revisión, por ahora el agregado monetario M3 ha mejorado, aunque los indicadores de préstamos al sector privado permanecen en rojo. Finalmente, tanto el PMI compuestos, como la producción industrial y las ventas minoristas se mantienen ligeramente por debajo, apuntando "sólo a una recuperación moderada".