Todos los analistas, del más optimista al más "bajista", coinciden en advertir que las turbulencias han llegado para quedarse y que la relativa calma a la que nos habíamos acostumbrado se ha acabado. Y es que ante nosotros tenemos más dudas que certezas: la macro proyecta una imagen mixta, el hundimiento del petróleo y la […]
Dirigentes Digital
| 16 feb 2016
Todos los analistas, del más optimista al más "bajista", coinciden en advertir que las turbulencias han llegado para quedarse y que la relativa calma a la que nos habíamos acostumbrado se ha acabado. Y es que ante nosotros tenemos más dudas que certezas: la macro proyecta una imagen mixta, el hundimiento del petróleo y la desaceleración de los emergentes (con China a la cabeza) tensan a los mercados financieros, y las palabras y actuaciones de los bancos centrales no convencen como hicieron en el pasado, con una Fed embarcada en un ciclo alcista de tipos…
Así, aunque la renta variable se mantiene como la principal opción de inversión para los gestores (especialmente la europea), lo cierto es que, de momento, los rebotes de corto plazo no despiertan la confianza de los analistas.
Como muestra, un botón: "No nos tomaríamos en serio el rebote (del Ibex) hasta que no se alcancen los 8.900-9.000 puntos", señala Felipe López-Gálvez, analista de Self Bank. "Es posible que veamos un rebote hacia la zona de 8.200 puntos, pero no pensamos que tenga continuidad", indican desde XTB. "Los rebotes pueden ser igual de fuertes que las caídas, pero no debemos dejarnos contagiar por un positivismo momentáneo. Esta volatilidad suele ser característica de las tendencias bajistas", advierten.
Desde el Departamento de Análisis de Bankinter añaden: "Salvo el clásico argumento (más intuitivo que racional) de que ‘los precios pueden estar ya baratos‘, no identificamos catalizadores positivos que puedan forzar un rebote sólido y prolongado de las Bolsas: sus caídas han terminado afectando al ciclo, la macro se ha debilitado, los bancos centrales ya no aportan una ‘red de seguridad fiable’ y parece probable que las estimaciones sobre los beneficios empresariales empiecen a revisarse a la baja".
Por ello, han decidido rebajar un 10% sus niveles de exposición recomendados según perfiles (agresivo 60%; dinámico 45%; moderado 30%; conservador 15%; defensivo 5%) con el objetivo de "proteger patrimonio hasta que el mercado gane visibilidad".
Explican estos expertos que no consideran necesario un mayor recorte "porque los activos sobre los que enfocamos la estrategia desde el verano (cuando China empezó a deteriorarse) son ya lo suficientemente defensivos: fondos de retorno absoluto y asimilados, y compañías de alta rentabilidad por dividendo con balances sólidos e ingresos estables".