Así lo afirma Wood Mackenzie, una compañía global de investigación y consultoría sobre energía, metales y minería. "Parece que esta es la cruda realidad en el sector del crudo", dicen. Los precios del petróleo se han desplomado desde los 115 dólares por barril en el verano de 2014 a los 38 dólares por barril este […]
Dirigentes Digital
| 16 oct 2015
Así lo afirma Wood Mackenzie, una compañía global de investigación y consultoría sobre energía, metales y minería. "Parece que esta es la cruda realidad en el sector del crudo", dicen.
Los precios del petróleo se han desplomado desde los 115 dólares por barril en el verano de 2014 a los 38 dólares por barril este mes de agosto. Según Forbes el precio del crudo ha caído casi un 65% desde su máximo en verano de 2014. En la actualidad el petróleo Brent se cotiza en torno a los 48 dólares y el de West Texas alrededor de los 45 por barril.
En lo que va de año y para el próximo ya se ha reducido la inversión en 220 mil millones de dólares.
"En Estados Unidos se han aplazado por este motivo 46 proyectos", decía James Webb, director de la firma de investigación a la cadena CNN. Según explicaba, "es poco probable que los proyectos previstos sigan adelante porque son poco rentables con precios que bajan de 50 dólares el barril".
Obo Idornigie, analista del ‘upstream’ de la industria (o lo que es lo mismo, el sector que se encarga de la exploración, perforación y extracción del curdo) explica que tan solo 6 proyectos podrán seguir adelante a nivel mundial este año, y solo 10 en 2016, en comparación de los 45 de media por año que había antes de la crisis de los precios del petróleo.
"Estimamos que unos 1,5 billones de dólares de inversión destinada proyectos petroleros se perderán y el impacto de la reducción de la inversión será enorme para el sector servicios de esta industria", dicen desde ‘Wood Mackenzie’.
Pero parece que la cosa no queda aquí. Según el informe, los recortes serán más numerosos a largo plazo y otros proyectos tendrán que ser desechados si la situación sigue siendo la misma.
Entre las empresas más afectadas están los proveedores de servicios de campos petroleros, los contratistas que proporcionan miles de trabajadores y equipos, tales como materiales de perforación.
Según Obo Idornigie se está produciendo un recorte severo de empleos en el sector, "lo que significa que la industria petrolera está perdiendo recursos especializados que será difícil puedan atraer de nuevo cuando los precios se recuperen".
Ante la perspectiva de un posible período prolongado de bajos precios en el sector se están llevando a cabo profundos cambios estructurales en las compañías para que los proyectos sigan siendo viables económicamente. "Las empresas petroleras necesitarán tomar medidas adicionales para administrar los costos de los planes de desarrollo de campo, optimizando el diseño de proyectos con enfoques más innovadores para la gestión de dichos proyectos". Esta industria pretende ahorrar costos del 20% al 30%, pero según Webb "el ahorro promedio podría quedarse tan solo en la mitad".
Algunos expertos creen que los precios empezarán a recuperarse a partir de 2017. Por eso dicen que "la industria tiene que encontrar un equilibrio de colaboración entre operadores y conductores de corto a largo plazo".
Un problema global
El exceso de oferta, debido sobre todo por el esquisto producido por las compañías petroleras estadounidenses, ha hecho inevitable la bajada de precios del barril de crudo. A esto hay que sumar que la OPEP se ha negado repetidas veces a recortar la producción porque quería defender su cuota de mercado y de hecho ha bombeado cantidades récord este año. Un exceso de oferta que los analistas estiman en alrededor de 2,5 millones de barriles por día. Algunos apuntan a que se podría llegar a "la crisis salvaje" de mediados de 1980.
No solo empresas de proyectos relacionados con este sector están generando menos ingresos en Estados Unidos. Compañías petroleras en otros países se están viendo afectadas.
En Oriente Medio, mientras que algunos proyectos continuarán (como los relacionados con la infraestructura en Dubai para la EXPO 2020), es inevitable que otros se cancelen. De hecho, ya está sucediendo. Como en Abu Dhabi, donde proyectos de compañías petroquímicas de la región por valor de 200 mil millones también se han cancelado para reducir sus gastos de capital.
Para algunos países del ‘CCG’ (Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo) como Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, se espera que el impacto de la caída de los precios del petróleo sea aliviado por las importantes reservas en divisas que han acumulado a lo largo de varios años. Para otros países del CCG que no tienen tales reservas monetarias, como Bahrein y Omán, es probable que el impacto sea grave e inmediato.
En otras partes del mundo también sufren los efectos del bajo precio del crudo. Según ‘Bloomberg’ el entorno deflacionario de Japón se debe principalmente a la caída en el petróleo, mientras que el ‘Financial Times’ dice que Noruega ha recortado sus tipos de interés a un "mínimo histórico" con el fin de estimular una economía que se basa en los ingresos del crudo. En Reino Unido la industria marítima en el Mar del Norte ya está notando un declive en el sector. Y otros países que dependen del ‘oro negro’ como Venezuela y Nigeria se enfrentan a una perspectiva real de quiebra, según los expertos.