"Aunque los mercados se han estabilizado tras la venta masiva de enero, encontramos algunas razones para sumar riesgo a través de la renta variable. Preferimoshacer una asignación de activos hacia el alto rendimiento y la deuda de los mercados emergentes, donde las primas de riesgo son más atractivas", indican desde el gigante bancario en una […]
Dirigentes Digital
| 07 mar 2016
"Aunque los mercados se han estabilizado tras la venta masiva de enero, encontramos algunas razones para sumar riesgo a través de la renta variable. Preferimoshacer una asignación de activos hacia el alto rendimiento y la deuda de los mercados emergentes, donde las primas de riesgo son más atractivas", indican desde el gigante bancario en una reciente nota a clientes recogida por Bloomberg.
A su juicio, dos son los grandes factores que juegan a favor de mantener la prudencia en lo que a acciones se refiere. Por un lado, la desaceleración en los beneficios empresariales. "Hay un debate sobre la recesión de beneficios en los últimos meses, y no consideramos que ese debate se vaya a acabar pronto", indican los expertos.
Según indican, hay pocos motivos para ser optimista sobre los resultados. "A menos que los beneficios empresariales comienzan a mejorar, el valor para los activos más sensibles a la economía, como las acciones, siguen limitados", advierten.
En segundo lugar, y pese al turbulento inicio de año, consideran que las valoraciones aún son elevadas. Si bien han sido más atractivas a lo largo de la crisis, HSBC considera que aún es complicado encontrar ‘gangas’ en el mercado.
Teniendo en cuenta ambos factores, HSBC ha actualizado su modelo de asignación de activos, aumentando su exposición a efectivo en 11 puntos porcentuales, hasta el 17% en su cartera táctica a seis meses. Del mismo modo, ha disminuido su asignación a bonos alemanes y suecos, donde los rendimientos "ahora han caído a niveles que ofrecen un potencial limitado para los rendimientos futuros".
HSBC se suma así a lo smensajes de cautela lanzados recientemente por otros grandes de Wall Street. La pasada semana, Citigroup aseguraba que las probabilidades de una recesión global siguen aumentando. Y JPMorgan Chase recomendaban a los inversores aprovechar el rebote para seguir vendiendo acciones, citando también un empeoramiento en las perspectivas para el crecimiento económico, los beneficios empresariales y el riesgo inminente de recesión.