Los expertos de Bankinter lo tienen claro: "El mercado carece de catalizadores relevantes en el corto plazo que puedan llevar a las Bolsas a experimentar un fuerte rebote", mientras que los factores adversos (China, riesgo político, Fed…) son "más tangibles e implican un riesgo de elevada volatilidad y caídas adicionales". Así, consideran que es aconsejable […]
Dirigentes Digital
| 22 sep 2015
Los expertos de Bankinter lo tienen claro: "El mercado carece de catalizadores relevantes en el corto plazo que puedan llevar a las Bolsas a experimentar un fuerte rebote", mientras que los factores adversos (China, riesgo político, Fed…) son "más tangibles e implican un riesgo de elevada volatilidad y caídas adicionales".
Así, consideran que es aconsejable adoptar una estrategia algo mas conservadora, orientada a preservar patrimonio, por ello han reducido en un 5% la exposición a renta variable en todos sus perfiles: agresivo hasta el 10%, dinámico hasta el 55%, moderado hasta el 40%, conservador hasta el 20%; mientras que el defensivo se mantiene en el 10%.
Y es que, aunque reconocen que siguen existiendo "factores estructurales positivos para las economías desarrolladas (especialmente bajos precios del petróleo y política monetaria expansiva), estos no serán suficientes".
El contexto exige cautela en la renta variable, pero como "el diablo está en los detalles", el posicionamiento recomendado por tipo de activo es "sobreponderar/comprar" Bolsa europea y estadounidense, fondos de retorno absoluto e inmobiliario; por el contrario, su consejo es "vender" bonos corporativos, high yield, emergentes y materias primas; mientras que son "neutrales" en deuda soberana, petróleo y oro.
Por áreas geográficas, "apuestan" por la Zona Euro y Estados Unidos; pero mantienen "vender/infraponderar" para Oriente Medio, BRICs (excepto India), México, Sudeste asiático, Europa del este, Latinoamérica, Australia y Canadá. Optan por un posicionamiento "neutral" en Reino Unido, India, Japón y España.
Finalmente, los sectores que no les "gustan" son el petrolero y el de la construcción; y "prefieren" consumo básico, utilities, concesiones, turismo, activos inmobiliarios, bancos y financieras y farmacéuticas. Son "neutrales" en tecnología, seguros, media, telecomunicaciones, automóviles, aerolíneas, consumo discrecional, industriales y biotecnología.