El proyecto europeo se fue moldeando tanto en torno a sus dificultades como a las ideas, principios y ambiciones de sus fundadores. La ampliación de la Unión Europea a 28 países estuvo motivada por buenas intenciones, pero de forma inevitable trajo consigo complicaciones. La Unión Europea no se diseñó para lidiar con crisis. Y aun […]
Dirigentes Digital
| 08 jun 2016
El proyecto europeo se fue moldeando tanto en torno a sus dificultades como a las ideas, principios y ambiciones de sus fundadores. La ampliación de la Unión Europea a 28 países estuvo motivada por buenas intenciones, pero de forma inevitable trajo consigo complicaciones.
La Unión Europea no se diseñó para lidiar con crisis. Y aun así, siempre ha sido capaz de encontrar soluciones aunque llegando tarde, al día siguiente de una negociación complicada y siempre dejando un sentimiento de improvisación y de estar incompleto. Cada nuevo problema ha desencadenado normalmente un nuevo debate sobre el colapso de la construcción del proyecto europeo.
Ahora, después de la crisis del euro, Grecia y después la reciente crisis de los refugiados (que ha llevado a que se suspenda el acuerdo de Schengen), la posibilidad de que Reino Unido pueda salir de la Unión Europea tras el referéndum del próximo 23 de junio ha propiciado otra ocasión para abordar el peor escenario posible.
Esto es especialmente cierto ya que el debate no concierne exclusivamente a argumentos racionales: los factores emocionales y políticos pueden desempeñar un papel clave. Como resultado, los argumentos a favor de que Reino Unido se quede en la Unión Europea no tienen la misma fuerza.
La situación actual es muy diferente a la del referéndum británico de 1975 cuando una mayoría de dos tercios decidió permanecer en la entonces Comunidad Económica Europea (CEE). Es verdad que 1974 fue un año desastroso en el terreno financiero para Reino Unido y ahora parece que parte del atractivo de la Unión Europea ha desaparecido.
La influencia de Reino Unido en Europa y en el resto del mundo
El argumento favorito de euroescépticos como UKIP reside en que la soberanía británica se vería limitada por la "dictadura" de Bruselas. Sin embargo, mirando más allá de los errores administrativos de Bruselas, la soberanía británica podría perderse del todo si el país sale de la Unión Europea. Es fácil enfatizar los inconvenientes de pertenecer a la Unión Europea, pero operar fuera de su alcance podría resultar también muy problemático. De hecho, la soberanía británica tiene poco que ganar si sale de la Unión Europea. El actual estatus de Reino Unido, que pertenece a la Unión Europea, pero se mantiene fuera de la zona euro (y del acuerdo de Schengen) significa que Londres tiene una influencia considerable en Bruselas y disfruta de una flexibilidad significativa. Además, su posición acaba de ser reforzada.
La relación especial de Reino Unido con Estados Unidos se ha debilitado y lo que queda de ella favorece principalmente a la parte estadounidense. Para Estados Unidos, Reino Unido tiene una importancia doble dado que es un miembro de la Unión Europea y porque Europa saldría perjudicada si el país sale de la Unión Europea. Estados Unidos necesita a una Europa fuerte y Washington cree que el impacto sería desaconsejable en una zona que vuelve a ser sensible.
De hecho, la influencia de Reino Unido en el mundo no es una cuestión decisiva para gran parte del electorado. Su decisión se basará más en cuestiones más inmediatas y locales como la economía o la inmigración.
Reino Unido es tierra de inmigrantes
Las encuestas reflejan que la inmigración es el único tema en el que la campaña a favor del Brexit tiene influencia sobre la opinión pública. La inmigración anual neta a largo plazo en Reino Unido se ha situado por encima de las 100.000 personas desde 1999 y ahora se sitúa en más de 300.000 personas al año. Esto se debe al impulso en el dinamismo económico y en el mercado laboral británico.
La inmigración constituye el foco de las críticas de quienes apoyan el Brexit al ser considerada un lastre para los servicios públicos, el sistema sanitario o la vivienda, y es un tema muy popular entre las personas que no se han beneficiado mucho de la globalización y cuyas vidas se han visto afectadas por un escenario geográfico cambiante, especialmente en Inglaterra.
De forma significativa, la gran mayoría de los inmigrantes proceden de la Unión Europea y disfrutan de libertad de movimiento. Si Reino Unido elige permanecer en la Unión Europea, la garantía que Cameron obtuvo para que los nuevos inmigrantes consiguieran acceso a determinadas ayudas públicas podría tener algún efecto en esta tendencia aunque parece improbable que se produzca un descenso pronunciado dado que los trabajos que desempeñan los nuevos inmigrantes se encuentran repartidos por todos los sectores de la economía. Y si Reino Unido decide abandonar la EU,
Bruselas ofrecerá sin duda mantener las relaciones comerciales privilegiadas a cambio de proteger a los ciudadanos comunitarios que vivan en Reino Unido y de asegurarles un grado significativo de libertad de movimiento.
Los lazos comerciales entre la Unión Europea y Reino Unido
La Unión Europea ha resultado muy beneficiosa para Reino Unido desde que el país se incorporó a ella en 1973. El hecho de que Reino Unido cuente con una tasa de desempleo de tan solo el 5% y con una de las mejores tasas de crecimiento en Europa se debe en gran medida a su pertenencia a una de las áreas económicas más importantes del mundo. La Unión Europea es más que una simple zona de libre comercio sin aduanas. Su creación ha traído grandes ventajas como haber acabado con las barreras arancelarias en sectores industriales y de alimentación y compartir reglas comunes de comercio justo. Si se mira más allá del mercado común, la clase de integración que supone la Unión Europea cuenta con un efecto multiplicador que va más allá de meros acuerdos comerciales. Y la City se ha beneficiado considerablemente de su posición al estar cerca de la Unión Europea, pero manteniéndose al mismo tiempo al margen. El haber decidido no incorporarse a la zona euro no ha frenado su expansión: Londres es el centro financiero de referencia a nivel mundial.
A pesar de los importantes argumentos en contra de abandonar la Unión Europea, el voto a favor del Brexit es todavía una posibilidad.
Philippe Uzan, director de inversiones en Edmond de Rothschild Asset Management (France).