Factores técnicos, como la escasa liquidez que aqueja al mercado de deuda y el posicionamiento pueden haber agravado las pérdidas en estos activos. Sin embargo, para estos expertos, desde una perspectiva fundamental, "pensamos que la liquidación se ha visto impulsada por un cambio en la percepción de los inversores respecto a la eficacia del QE […]
Dirigentes Digital
| 19 jun 2015
Factores técnicos, como la escasa liquidez que aqueja al mercado de deuda y el posicionamiento pueden haber agravado las pérdidas en estos activos. Sin embargo, para estos expertos, desde una perspectiva fundamental, "pensamos que la liquidación se ha visto impulsada por un cambio en la percepción de los inversores respecto a la eficacia del QE del BCE.
Cuando se anunció el programa de compras masivas de deuda de la autoridad monetaria, reinaba el escepticismo respecto a los beneficios económicos que podría traer consigo. Las previsiones de crecimiento de la región se había revisado a la baja desde el 1,5% de principios de julio al 1%. Ahora, las estimaciones del consenso han vuelto a ese punto y medio porcentual, por lo que las "dudas" se han reducido y parece que el plan del BCE está funcionando…
Por tanto, en opinión de estos analistas, "el aumento de la rentabilidad de los bonos parece apoyarse en el hecho de que los inversores descuentan un mejor crecimientos en la Zona Euro". Es más, esta reacción es consistente con lo observado en los diferentes QE de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos y con la tendencia de agregados monetarios estrechos, como el M1, "que históricamente ha traído consigo a variaciones en las yields de la deuda con un retraso de doce meses. Si esta relación continúa, las rentabilidades podrían, de hecho, aumentar más".
Con todo, aunque las TIREs sigan ampliándose, la firma británica no cree que la Bolsa europea "continúe vendiendo". Aunque la correlación entre acciones y bonos es marginalmente positiva, "tales periodos rara vez han persistido en el tiempo. Desde el cambio de siglo, la correlación entre renta variable y renta fija ha sido mayormente negativa, con dos excepciones: cuando el BCE comenzó su periodo de subida de tipos y durante el ‘Taper Tantrum’. Igual que actualmente, ambos períodos trajeron consigo un cambio rápido en la rentabilidad de la deuda. Sin embargo, una vez que los inversores ‘digirieron’ una política monetaria menos acomodaticia y descontaron que el repunte en los rendimientos era un reflejo de la mejora de la economía, la correlación volvió a ser negativa".
En este sentido, señalan, "si estamos en lo cierto y las rentabilidades están aumentando por las razones correctas (repunte del crecimiento), como en 2005 y 2013, creemos que la renta variable responderá con el tiempo" de forma positiva. Así, reiteran su objetivo de 430 puntos para el Stoxx 600 al cierre de 2015, lo que supone retornos totales del 12%.
Estrechamente relacionado su comportamiento con el de los bonos, Barclays señala que el sector de alimentos básicos y el de la salud podrían cosechar retornos inferiores, por eso recomiendan infraponderar ambos. Al contrario, la subida de la rentabilidad de la deuda debería beneficiar principalmente a los bancos. Por tanto, reiteran su consejo de sobreponderar finanzas y también consumo discrecional, telecomunicaciones, materiales, industria y tecnología.