Siguen las materias primas bajo presión, especialmente el crudo que no consigue "levantar cabeza"; y el "billete verde", ante los divergentes caminos de Yellen y Draghi, se mantiene al alza, por lo que, de momento, las expectativas de una subida de tipos se alejan (hasta otoño, tampoco indefinidamente). Mientras tanto, Atenas y sus acreedores siguen […]
Dirigentes Digital
| 10 abr 2015
Siguen las materias primas bajo presión, especialmente el crudo que no consigue "levantar cabeza"; y el "billete verde", ante los divergentes caminos de Yellen y Draghi, se mantiene al alza, por lo que, de momento, las expectativas de una subida de tipos se alejan (hasta otoño, tampoco indefinidamente).
Mientras tanto, Atenas y sus acreedores siguen enfrentados por las reformas que hacen falta para desbloquear el siguiente tramo de ayudas, y el BCE ha lanzado su programa de compra masiva de deuda (QE), "desatando" el optimismo en Europa y debilitando al euro.
El temor a un "aterrizaje duro" apunta a que la autoridad monetaria de China seguirá sus pasos y ampliará sus estímulos, al tiempo que las reformas ya implementadas (y por implementar) de India hacen "brillar" con fuerza a este país. Sin embargo, inversores y expertos no terminan de fiarse de estas las regiones emergentes, muy afectadas por dólar y petróleo.
Con todo, las dudas sobre el crecimiento y los temores sobre la baja inflación siguen ahí, y de vez en cuando saltan a la palestra para recordar a los mercados que las cicatrices de la reciente crisis y pueden abrirse en cualquier momento. De hecho, esta misma semana el Fondo Monetario Internacional (FMI) advertía de un crecimiento menor de lo esperado.
El martes que viene el organismo ofrecerá sus nuevas previsiones de primavera, pero antes podemos echar un vistazo al indicador GLOBALcycle de Bank of America Merrill Lynch, para aproximarnos a la salud de la economía mundial.
Este ratio que "rastrea las condiciones económicas en los países que representan un 80% del PIB mundial" se mantuvo sin cambios en marzo. Las condiciones económicas mejoraron modestamente en los emergentes, liderados por China, Turquía y Brasil. Y las de negocios se flexibilizaron en las regiones desarrolladas. El repunte de la actividad destaca en Reino Unido, aunque el ritmo se reduce en Estados Unidos y Japón, y no varía en la Zona Euro.
Así las cosas, este indicador "sugiere que la economía mundial se está expandiendo a un ritmo cercano al 3,5%".
La firma la atención sobre la "brecha" abierta en el crecimiento global: "La desaceleración sufrida en el primer trimestre por Estados Unidos y China ha renovado las preocupaciones, aunque las perspectivas se mantienen divididas entre la firme actividad de los desarrollados y la debilidad de los emergentes".
La Zona Euro y Reino Unido registran una expansión superior a la media y, probablemente, la debilidad estadounidense se deba a factores temporales. "De cara al futuro, las inyecciones de liquidez por parte de las autoridades y los bajos precios del crudo deberían seguir apuntalando la actividad".
Por el contrario, en los emergentes la firma ha rebajado las previsiones de PIB para China, Turquía y Corea, y ahora esperan que la región crezca un 4,1% frente al 4,3% del año pasado.