Hace unas semanas se reunieron representantes de la organización sindical industriALL Global Union y del sindicato vietnamita VGCL para iniciar la primera red sindical para trabajadores de las fábricas de ropa y calzado del Grupo Inditex en el norte del país. A la reunión asistió también el sindicato español Comisiones Obreras. En la reunión se […]
Dirigentes Digital
| 02 nov 2015
Hace unas semanas se reunieron representantes de la organización sindical industriALL Global Union y del sindicato vietnamita VGCL para iniciar la primera red sindical para trabajadores de las fábricas de ropa y calzado del Grupo Inditex en el norte del país. A la reunión asistió también el sindicato español Comisiones Obreras.
En la reunión se dieron cita representantes de empresas proveedoras de Inditex, aunque también trabajaban para otras marcas (Mango, C&A, H&M, GAP, Primark…). Todas ellas exportan ropa y calzado a España y a otros países de la Unión Europea.
Inditex produce en Vietnam alrededor de 30 millones de unidades al año (37 millones en 2014), entre prendas de vestir de diversas marcas y calzado, lo que supone en torno al 3% del total de sus ventas. Trabajó en 2014 con 111 fábricas con 95.000 trabajadores. Desde CCOO apuntan a que la experiencia vivida en el país apunta a un "claro potencial de crecimiento de la producción de Inditex en el país".
Para ayudar en la labor de crear esta primera red sindical, el sindicato Comisiones Obreras estudió diversas fábricas para encontrar los problemas más destacados a los que el nuevo sindicato tendrá que hacer frente en Vietnam. En un informe realizado por Víctor Garrido e Isidor Boix, de la Secretaría de Internacional de CCOO de Industria, se reflejan diversos problemas que sufren los trabajadores de las empresas proveedoras de Inditex en Vietnam:
1. Jornadas cercanas a las 10 horas diarias, lo que se traduce en una jornada anual habitual de entre 2.500 y 2.800 horas de trabajo. "Por parte de los trabajadores se asume en general como ‘normal’ esta jornada de 10 horas de diarias y se justifica tal asunción en la necesidad de alcanzar una mayor retribución. La ‘voluntariedad’ se traduce en general en que cuando no hay razones concretas que ‘justifican’ la imposibilidad de quedarse, es posible no hacer horas extras", explican Garrido y Boix en su informe. "La idea de que largas jornadas no sólo suponen negativas condiciones de trabajo para las personas, sino también una negativa contribución a la calidad del producto, se aceptaba al formularla, pero no parecía ser objeto de efectiva consideración o de proyectos concretos de reorganización de la actividad productiva. Quizás porque la alternativa es una mayor eficiencia del trabajo, pero también una mejora en las retribuciones".
2. Problemas de calor. Garrido y Boix expresan en su informe que "al menos para ellos" hay un problema de calor, con desiguales sistemas de ventilación y refrigeración, "aunque la mayoría de trabajadores respondían que ‘estaban habituados’. "Tampoco parecía afectarles demasiado los olores de pegamento y otros en las fábricas de calzado, aunque prácticamente todos los trabajadores llevaban mascarillas", apuntan ambos sindicales.
Durante la reunión de la que surgió la nueva red sindical, CCOO apunta a que las aspiraciones de los trabajadores eran: mejores retribuciones (constatando a la vez las importantes mejoras de los últimos años) y la disminución de horas de trabajo. "Algunos añaden los temas de la organización del trabajo, formación, seguridad, calor… y la propia estructura de la negociación colectiva, sin un claro referente sectorial como podría ser el Convenio Colectivo Nacional", apuntan desde CCOO.