De hecho, "¿Cuándo suficiente… es suficiente?" ("When is enough… enough?") es el título del último UBS Investor Watch. Estudio que ha encontrado que la mayor parte de los altos patrimonios consideran que están obligados a "luchar por más, impulsados por la ambición, el deseo de proteger su estilo de vida y el de sus familias […]
Dirigentes Digital
| 30 abr 2015
De hecho, "¿Cuándo suficiente… es suficiente?" ("When is enough… enough?") es el título del último UBS Investor Watch. Estudio que ha encontrado que la mayor parte de los altos patrimonios consideran que están obligados a "luchar por más, impulsados por la ambición, el deseo de proteger su estilo de vida y el de sus familias y la ansiedad por perder todo por lo que tanto han luchado por tener". Siempre sin saber "cuánta riqueza les haría estar lo suficientemente satisfechos".
Así, aunque dos tercios de los millonarios consultados por la firma suiza creen que alcanzar la seguridad financiera es la clave para construir la riqueza, sólo los patrimonios más altos (aquellos con cinco millones de dólares o más) sienten que tienen lo necesario para estar seguros. La mitad de lo que cuentan con menos de esa cifra (o tienen niños en casa) afirma que cualquier movimiento en falso, como la pérdida del empleo o una caída el mercado, tendría un impacto importante en su estilo de vida. Mientras tanto, sólo un 34% de los que cuentan con al menos cinco millones de dólares dice que no podría soportar un revés de ese tipo.
Su "esfuerzo" constante por aumentar su fortuna "proviene principalmente de la presión que sienten para que sus familias disfruten del mismo nivel de vida", pues es a los suyos a los que valoran por encima de todo. Aún así, se "quejan" del poco tiempo que les pueden dedicar y temen que todas las ventajas de las que disfrutan sus hijos se vuelvan en su contra, haciéndoles carecer de motivaciones y sentir que se encuentran por encima de todo.
En concreto, según el informe de UBS, dos de cada tres millonarios reconoce que sus hijos dan las cosas por sentado y un 54% cree que sus descendientes no son conscientes de los sacrificios que han hecho por ellos. De hecho, un 65% está preocupado porque sus hijos no entiendan el valor del dinero y un 58% por darles lo mejor, sin darles demasiado. Es más, casi la mitad considera que sus descendientes no conseguirán sacar provecho a todas las oportunidades que les han dado y están preocupados porque terminen teniendo una carrera inestable.
Asimismo, su principal remordimiento (23% de los consultados) son los errores cometidos en la relación con su familia, así como no pasar más tiempo con ellos (17%). También se arrepienten de no tomar las suficientes oportunidades (15%), ni tener lo suficientemente en cuenta su salud (11%).
Hechos a sí mismos
Un 74% de los individuos con un patrimonio de al menos un millón consideran que se han hecho a sí mismos, proporción que aumenta hasta el 86% en el rango de los muy ricos. La mayor parte de los millonarios explica que sus orígenes son humildes, ordinarios, y atribuyen su fortuna al trabajo duro; de hecho, consideran que han "trabajado más duro que el americano medio".
En este sentido, se muestran alarmados por la creciente desigualdad de la riqueza y temen que las oportunidades de avanzar en la escala social están en peligro, no sólo para sus propios hijos, sino para todos los estadounidenses.
Si sólo tuviera cinco años más de vida…
Ante el supuesto de contar tan sólo con cinco años más para vivir, el 85% de los millonarios consultados haría las cosas de otra manera. El mismo tiempo y energía que dedican a sus carreras para incrementar su riqueza, lo dedicarían a otras "experiencias": un 64% a viajar, un 61% a sus familias, un 44% al retiro, un 37% a ser mejor persona, un 36% a sus "pasiones", un 28% a disfrutar de los lujos, y un 3% a trabajar más duro para asegurar el futuro de los suyos.