Los rendimientos de los bonos alemanes a cinco años han vuelto a tocar hoy mínimos históricos, junto a otros del mismo plazo como los italianos. Detrás de este incremento del precio, se esconden la apuesta de los inversores sobre que el Banco Central Europeo (BCE) anunciará nuevas medidas de estímulo en su reunión de la […]
Dirigentes Digital
| 27 nov 2015
Los rendimientos de los bonos alemanes a cinco años han vuelto a tocar hoy mínimos históricos, junto a otros del mismo plazo como los italianos. Detrás de este incremento del precio, se esconden la apuesta de los inversores sobre que el Banco Central Europeo (BCE) anunciará nuevas medidas de estímulo en su reunión de la próxima semana.
Ante la más que probable posibilidad de que el organismo decida rebajar la tasa de depósito actualmente situada en el -0,2%, el mercado de bonos empieza a ajustarse con fuerza al nuevo escenario. Según datos de Bloomberg, más de un billón de dólares en bonos se sitúa actualmente por debajo de ese 0,2%, lo que les excluiría del programa de compra de activos del banco central. Los expertos consideran que el mercado está anticipando así, un recorte de al menos otros 10 puntos básicos en la tasa.
Bajo estas perspectivas, los inversores se preparan para hacer frente a un nuevo año de máxima tensión en la renta fija. "Las especulaciones sobre una flexibilización cuantitativa adicional (QE), y la preocupación por su eficacia, comprando incluso más bonos, ya no logran un impacto positivo en la economía", advierten desde Robeco, donde recuerdan que "entramos en un período de rentabilidades a la baja en términos de política monetaria, pero también de rentabilidades decrecientes en los mercados financieros en general".
Desde la firma recuerdan la corrección sufrida por el mercado de bonos europeo en abril, que tomó desprevenidos a muchos inversores. "Más avanzado el año, el mercado de deuda soberana quedó desprovisto de su condición de refugio seguro, ya que no logró ofrecer protección contra la eclosión de volatilidad que protagonizaron los activos de riesgo en agosto", indican desde la firma holandesa, en cuya opinión "se trata de una muestra de que los inversores son cada vez más conscientes de que el mercado de renta fija resulta muy caro y ha dejado de ser el primer sitio donde refugiarse cuando surgen brotes de debilidad dentro de las fases de recuperación".
De cara a los próximos meses, los expertos de Banca March explican que los tipos en Europa tenderán a la baja y con aplanamiento de las curvas por la política expansiva del BCE y las menores perspectivas de inflación en el área. "Los activos de máxima calidad crediticia dentro de los bonos soberanos ofrecen rentabilidades exiguas a todos los plazos, por lo que la apuesta seguirá centrada en las economías periféricas del euro, donde deberemos estar pendientes de factores de riesgo político, especialmente en el caso de España y Portugal", indican.
Para EEUU, el principal factor a monitorizar será la política monetaria, y más concretamente, si la Fed decide subir tipos en diciembre. "Mantenemos pues la cautela en deuda norteamericana hasta tener una mejor visibilidad", indican los expertos, recordando su firme apuesta por los mercados de renta variable al asegurar que, en términos generales, "la recomendación en renta fija sigue siendo negativa".
Los expertos de BNP Paribas también manejan un escenario de normalización de la política monetaria. "La subida de tipos será gradual y en las reuniones con conferencia de prensa (a final de cada trimestre)", indican. Por eso, respecto a la TIR a 10 años del treasury, consideran que "el repunte de expectativas de inflación y la situación macro mantendrá y acentuará mayores rentabilidades".
En Europa, y con una previsión de inflación alcanzando el 1,5% a final de 2016, "la TIR a 10 años europea tendrá limitadas presiones al alza". De cara a final de año, y en función de un escenario macro más consolidado, consideran que se asistirá a repuntes de rentabilidad.
Fabrizio Quirighetti, CIO y responsable de Renta fija y Multiactivos de SYZ AM a nivel de renta fija, asegura que "no somos tan pesimistas como el consenso y creemos que el actual entorno de bajos tipos es solo el reflejo de la depresión del crecimiento mundial, la baja inflación, las políticas monetarias muy acomodaticias y el aumento de las reservas de ahorro". Por eso, se muestra seguro de que los inversores continuarán sorprendiéndose positivamente por el rendimiento total de los índices de bonos soberanos en el futuro. "Ellos tienden a subestimar el efecto roll-down (los precios de los bonos aumentan automáticamente, dado que descienden en una curva de rendimiento estable y empinada)", explica. Desde la firma aconsejan mantener algún riesgo de duración en deuda de países periféricos y treasuries americanos.