La bienvenida del premier británico, David Cameron, fue categórica. "El Partido Laborista es ahora una amenaza a nuestra seguridad nacional, a nuestra seguridad económica y a la seguridad de vuestras familias", escribió en su cuenta de Twitter tras la elección de Jeremy Cobyn como líder de la oposición. Su ascenso puede ser comparado con el […]
Dirigentes Digital
| 14 sep 2015
La bienvenida del premier británico, David Cameron, fue categórica. "El Partido Laborista es ahora una amenaza a nuestra seguridad nacional, a nuestra seguridad económica y a la seguridad de vuestras familias", escribió en su cuenta de Twitter tras la elección de Jeremy Cobyn como líder de la oposición. Su ascenso puede ser comparado con el ascenso de otros políticos europeos de la izquierda como Alexis Tsipras o Pablo Iglesias. Dentro del bipartidismo británico casi perfecto es difícil que emerja un partido más escorado que la socialdemocracia, de ahí que haya irrumpido un perfil como el de Cobyn que encajaría perfectamente en un Siryza o Podemos.
El veterano diputado se define como pacifista y republicano, es vegetariano y utiliza la bicicleta para sus desplazamientos en Londres. Con 66 años y una tupida barba blanca, ha logrado hacer con el poder de los laboristas con un respaldo mínimo. El voto joven ha declinado la balanza a su favor, pero ha despertado el recelo de los miembros más conservadores del partido.
Corbyn ha protagonizado sonadas bofetadas a su propio partido rompiendo la disciplina de la formación en varias ocasiones. Durante el Blair denunció públicamente al premier acusándolo de violar los Derechos Humanos y las libertades públicas, especialmente con aquellas personas que solicitaban asilo político, durante la Guerra de Irak.
El nuevo líder laborista, casado y con tres hijos, entró en política desde el activismo. En los años 60, participó en las protestas contra la Guerra de Irak y, posteriormente, desarrolló una intensa actividad en fuerzas sindicales británicas que mantenían un tenso pulso con el Gobierno de Thatcher.
Una lucha, que tras décadas, mantiene en sus genes. Se ha alzado con la victoria con la intención de desmantelar algunas políticas que perduran aún de la dama de hierro, como recuperar la industria minera o desmontar la flota de submarinos nucleares. Declarado partidario de la anti-austeridad, bajo el brazo tiene una propuesta económica totalmente opuesta a Cameron.
Pretende impulsar un Quantitative Easing para invertir en infraestructuras, renacionalizar la compañía de ferrocarriles y el RBS, aumentar el salario mínimo y limitar los salarios máximos. Sus ideas no son ajenas a Podemos como sacar al Reino Unido de la OTAN o reducir la presencia del sector privado en los servicios públicos
Corbyn ya ha expresado su postura acerca del referéndum sobre la permanencia en la UE. Se opone, aunque reconoce que no está satisfecho con la actual relación del Reino Unido con Bruselas. Eso sí, se opone al Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos y la UE (TTIP).