La industria petrolera se está viendo inmersa en un tobogán de inestabilidad que se ha disparado por la revalorización del dólar y por las malas perspectivas económicas que se ciernen sobre algunos países. Tampoco juega a su favor la resistencia de los países de la OPEP a rebajar sus niveles de producción. Como respuesta, el […]
Dirigentes Digital
| 15 oct 2014
La industria petrolera se está viendo inmersa en un tobogán de inestabilidad que se ha disparado por la revalorización del dólar y por las malas perspectivas económicas que se ciernen sobre algunos países. Tampoco juega a su favor la resistencia de los países de la OPEP a rebajar sus niveles de producción.
Como respuesta, el barril de Brent, de referencia en Europa, cotiza en los 88 dólares, su mínimo desde 2010 tras una caída del 20% desde junio. Por su parte, el barril de West Texas, de referencia en Estados Unidos, se sitúa en los 84 dólares.
De momento, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha rebajado en 200.000 barriles diarios su previsión de demanda global para 2014, hasta un total de 92,4 millones. Esto supone la mayor rebaja desde 2009. Aunque la AIE sí prevé un aumento de 1,1 millones de barriles diarios para 2015, lo que está claro es que a corto plazo los precios seguirán a la baja.
Los perdedores
El índice Bloomberg Commoditiy ha sufrido la mayor caída desde julio de 2009. El indicador, que recoge la cotización de 22 materias primas, se ha visto lastrado por el descenso del Brent y del West Texas.
En general, la caída de los precios del "oro negro" ha hecho que los fabricantes químicos caigan en picado. Uno de los principales productores de petróleo, la estadounidense Chevron, ha visto cómo sus acciones se dejan casi un 14% desde comienzos de septiembre. Sus títulos han pasado de los 127 dólares hasta los 108 dólares en sólo seis semanas. La otra referente en el sector, Exxon Mobil, pierde un 8% desde comienzos de septiembre.
Las acciones de Petrobras e YPF que cotizan en el NYSE se apuntan a la tendencia bajista y registran pérdidas del 6% y del 7%. Si nos fijamos en Europa, las compañías tampoco se escapan de la caída. La española Repsol cede casi un 9% desde septiembre, pasando de los 19 a los 16 euros por acción.
Otras compañías que se han visto lastradas son las asociadas al metanol. Esta industria está muy ligada a los precios del petróleo ya que un tercio de la demanda depende de ello, según apuntan los analistas de Citi. Una de las empresas que más ha sufrido es Methanex ya que, desde abril de 2014, se deja más de un 13% en Wall Street. Otra empresa del sector, OCI Partners, también sigue en la misma línea y descuenta pérdidas del 9,5% en los últimos siete meses.
Lo mismo ocurre con Dow Chemical, que se deja casi un 5% desde el mes abril. Si tomamos como referencia desde el 1 de octubre, cuando la caída del petróleo se acentúa, la compañía registra pérdidas de casi el 15%.
Los ganadores
Aunque el panorama puede ser desolador para las compañías energéticas, sí que hay un sector que está aprovechando para tomar posiciones. La aerolíneas, muy tocadas por los efectos económicos del ébola, se toman un respiro a costa de la rebaja en el petróleo. El sector vive una mejora reflejada en el índice Bloomberg US Airlines, que recoge la cotización de las principales aerolíneas. Este indicador remonta un 7%, su mayor subida desde marzo. De esta forma, recupera parte de la caída del 6% que vivió tras la crisis del ébola, que dañó la demanda global.
Entre las compañías que más han subido se encuentra Air France que, desde el 10 de octubre se apunta subidas superiores al 4%. IAG también logra recuperar parte de las pérdidas de las últimas semanas y suma un 3% en los últimos cinco días.
Al otro lado del Atlántico, American Airlines logra una subida del 10% en sólo dos días tras el desplome del 15% que protagoniza desde mediados de septiembre. Otra compañía estadounidense, Delta Airlines, suma un 6% en dos sesiones y rebaja las pérdidas del 16% de las últimas seis semanas.